Qué hacer con los malos momentos entre mentirosos
Salmo 120:5-7
"¡Ay de mí, que moro en Mesec, yhabito entre
las tiendas de Cedar! Mucho tiempo ha morado mi alma con los que
aborrecen la paz. Yo soy pacífico; mas ellos, así que hablo, me hacen
guerra".
"El salmista arriba a lo que es la plena
descripción de los que son sus lamentos y su ay de mí; es como si hubiera tenido que
habitar con Mesec o en las tiendas de Cedar. Muy poco se puede decir acerca de
estos dos nombres sino que era gente de guerra. Ambos son mencionados, uno como
hijo de Jafet (Ge. 10:2) y el otro, Cedar, como hijo de Ismael (Ge. 25:13).
Ambos nombres están conectados con pueblos violentos, Mesec con un pueblo
violento del Asia Menor, y Cedar con una tribu de nómadas conocida por
sus héroes y arqueros (Isa. 21:17) y que habitaban en la vecindad de Hazor (Ge.
49:28-30). Ambos pueblos estaban separados geográficamente del salmista y sólo
les sirvieron como tipos de sus enemigos". (The Broadman Bible
Commentary). Todo el salmo está dedicado a cantar sus malos momentos entre
mentirosos. Para Dios también esa clase de sufrimientos es importante.
Reconocer que es suyo que digan “toda clase de mal” contra vosotros, mintiendo.
Los chismes y los inventos nos quitan una porción de gloria humana que Dios
sustituye con la suya. Entonces que nos quiten esos dientes y mordidas
los trozos que apetezcan. Se quedarán con las ganas que lo que dijeron fuera
verdad.
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