La bendición del que no la quiere
Job 29:13
“La
bendición del que se iba a perder venía sobre mí, y al corazón de la viuda yo
daba alegría”. Se puede traducir “...las bendiciones
de los que estaban listos para perecer...”.
El
significado esencial es que ayudó a los que iban a condenar, pagó sus deudas, o
los defendió de sus acusadores, los salvó, y ellos en cambio por gratitud lo
bendijeron, con palabras y presentes, y estaba en las oraciones de ellos
pidiendo bendición para él. No obstante, tomo también la forma de la verdad en
otro sentido. Puedes decirle a Dios: “Oh Señor, si alguno no quiere una
conciencia tierna para arrepentirse, yo sí, si alguno no quiere el
arrepentimiento que le ofreces, dámelo a mí (2Ti.2:25,26), yo no quiero
endurecerme en el pecado para mi destrucción, si alguno no quiere ser creyente
porque detesta la vida cristiana, dame a mí la fe que le pensabas dar, la fe de
la salvación para que se renueve la mía (Hch.13:46), el primer amor que he
perdido, el gozo que se me ha extinguido, oh Dios con los materiales que
dirigías a otro y no lo han recibido, no los vuelvas al cielo y edifica mi vida
con ellos, si alguno no quiere el derecho de su primogenitura, como Esaú,
dámelo a mí que si deseo esas principales bendiciones y no las secundarias……..
Si
alguno no quiere la bendición del evangelio, lo oye y lo rechaza, entonces lo
bueno que Dios traía para él usted puede pedírselo y que se la transfiera, su gusta
seguir leyendo oprima este enlace, https://pastorhp.blogspot.com/2013/01/la-bendicion-del-que-no-la-quiere.html
Y dame
la fe que mueve montañas y para perseverar y no volverme atrás. Si a alguno le
ibas a reemplazar la fe que había perdido y ya no la quiere porque prefiere
prescindir de ella y volverse a sus pecados, retornar adonde había salido, yo
no, no quiero regresar a mi casa, a mi país, a los míos, quiero continuar
adonde me dirigí hace años atrás. Dame la fe en la verdad para no creer en
herejías, que continúe siendo enseñado por el Espíritu tuyo, para que no me
olvide de lo que me has enseñado, para que continúe entendiendo y no olvidando
la verdad. Si alguno no quiere el Espíritu Santo, dame su medida a mí y tenga
yo los dones que ahora carezco y pueda servirte mejor. Si alguno no quiere la
paz del evangelio para su casa, que venga sobre mí (Mt.10:13-15).
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