Cómo pudiera vivir cuatrocientos o cuatro millones de años
Dios
enseñaba a su pueblo a que viviera por fe, a que anduviera en el Espíritu. ¿Por
qué tenemos que comer cada día? Porque somos dependientes de la nutrición. Se
come para reponer el cuerpo que se gasta, para evitar el deterioro, la
enfermedad y la muerte. El alimentarse es una forma de evitar sucumbir y
los creyentes cuando comen deben dar gracias a Dios por los alimentos que creó
para que el hombre prolongara su vida sobre la tierra (1 Ti. 4:3).
Sin
embargo, en un estado de perfecta comunión en la presencia de Dios no se
necesitaría comer ni beber. Moisés estuvo cuarenta días sobre el monte y no
comió ni bebió nada y no sólo no se murió, sino que descendió muy saludable y
resplandeciendo gloria. Moisés que lo conocía por experiencia le dijo al
pueblo que el maná que comían simbolizaba la palabra de Dios y con él solamente
podrían vivir no solo cuarenta días sino cuarenta años, cuatrocientos y cuatro
millones porque “de todo lo que sale de la boca de Dios vivirá el hombre”. Les
explicó que hay una forma de alimentación del cuerpo, desconocida por ellos hasta
ese momento, un modo espiritual de comunicarle vida que hace innecesario comer.
La vida del hombre últimamente no depende de los alimentos porque
el cuerpo fue creado para la Palabra de Dios, que Dios dijo y fue hecho, y que
entonces oyendo a Dios se puede vivir sin morir. Las manos de
Dios, con las que hizo al hombre, es su Palabra, y su aliento de vida que rompe
la inercia y la muerte, ella misma.
La
nutrición con maná fue un privilegio. Los israelitas si hubieran “acomodado lo
espiritual a lo espiritual” habrían podido decir: “Es extraño pero lo
único que hemos comido hoy es maná, ayer lo mismo, hace una semana igual, un
mes, un año (Num. 11:6), no tenemos que matar ninguno de los animales que
trajimos, y no nos sentimos débiles, gozamos de perfecta salud, nunca habíamos
comido tan poco, aparentemente casi no nos nutrimos, pero no surgen
enfermedades, nadie se desmaya, nuestros cuerpos están como si ingiriéramos las
mejores dietas cada día. O este maná es un alimento superior a la carne, la leche
y las verduras, o nosotros podemos vivir sin comer, solamente creyendo
la palabra de Dios”. Años después un autor inspirado le dijo a Israel:
Comiste “pan de nobles” (Sal. 78:25). Y el
diablo no le pudo contradecir a Jesús cuando se lo dijo (Mt, 4:4).Aquel maná es un símbolo de nuestro Señor Jesucristo y quien come su
carne y bebe su sangre, su palabra, vive eternamente (Jn. 6:54-58). Prediquemos
a Jesucristo, ¡la Palabra de Dios, hablemos de Biblia, Biblia, Biblia,
pastores, maestros, diáconos, iglesia! Prediquemos mensajes expositivos o al
menos textuales.
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