La vida no se puede rebobinar


1 Reyes 2:2
“Yo sigo el camino de todos en la tierra; esfuérzate, y sé hombre”. 

Te está llegando la hora de morir, oh buen rey. Has envejecido y esa es la hora óptima para pensar en la muerte. No trates de quitar ese pensamiento. No proviene del diablo sino de la realidad de ella. El miedo es lo que debes desalojar de tu corazón. Piensa que la vida es un camino que comienza en la cuna y a ella le sigue el hades, (Apc.6:8), sea el cielo o el infierno, porque el hades es la región de los muertos en uno u otro lado. Sientes frío (1Re.1:1). Joven fuiste y envejeciste (Sal.37:25). No puedes detener el curso del tiempo ni hacerlo retroceder, la vida no se puede rebobinar, tienes que seguir, no hay otro camino, no se puede pasar de tus labios esa copa, tienes que beberla. Cada semana, cada día, cada hora, cada media hora es un paso más que das a tu morada eterna (Ecl.12:5). Te secan el sudor de tu frente. Te entonan algunos de tus salmos favoritos. Con piadosa ternura te abraza la sunamita para darte su calor (1Re.1:3). Tú sigues tu camino. Ángeles vienen por ti.

No tengas miedo, en la Casa de Dios hay muchas moradas. Créelo porque Jesús lo dijo. En pocas semanas tu tabernáculo será deshecho pero en lugar de él tendrás una casa hecha por Dios, eterna, en los cielos (2Co.5:1). No pienses en el cementerio piensa en el cielo, piensa en la gloria. Espera que te llamen y sal de tu tabernáculo y camina feliz fuera de él hacia tu nueva casa hecha de amor, esperanza y gloria, y estarás “hoy con Cristo en el paraíso”.

Tú lo sabes, la muerte no hace acepción de personas, nadie está exceptuado. Todos en la tierra tienen que morir. Solamente dos hijos de Adán no han gustado la muerte, Enoc y Elías. Aún Jesucristo murió. Pídele que te abrace y te de su calor, que te muestre su gloria. Hay una buena noticia. Jesús murió por tus pecados y le quitó el poder a la muerte; su aguijón,  Mira al invisible, ve el cielo abierto, como Esteban, y a Jesús en su gloria, de pie, esperándote.  

Comentarios

  1. Querido pastor,me alegro mucho por su escrito sobre la vida y la realidad de la muerte. Quiero aprovechar esta oportunidad para saber su posicion respecto al suicidio de un creyente. En una entrevista hecha a John McArthur,se le pregunto si un Cristiano
    iba al cielo luego de cometer suicidio,y su contestacion fue afirmativa. Eduardo Flores en su "web sujetosalaroca" confirmo la posicion de McArthur citando la muerte de Sanson,hablando ampliamente sobre su "suicidio". Con todo respeto difiero de esta posicion,pues Dios quien es el que produce asi el querer como el hacer por su Buena voluntad{Fil.2:13}no impele a un creyente en Cristo al suicidio. Esta idea esta en contraposicion de la perseverancia de los Santos. Hay que ser hombre y esperar la muerte con dignidad, como cita usted en {1ra de Reyes 2:2] Creo que el caso de Sanson es un asunto de Fe y juicio. Corrijame si estoy equivocado.

    Abrazos, Hno. Mejias

    ResponderEliminar
  2. Hermano Mejias, mucho me alegro saber que pasa por mi blog. Con todo el respeto y la admiración que siento por ese gran predicador y escritor John McArthur, lamento tener que discrepar de él en relación a este asunto sobre el suicidio y la salvación. Y como me siento tan pequeño delante de su figura y de sus bendiciones, inserté una nueva entrada, citando a otros magnas figuras de la historia del cristianismo que parecen pensar de modo diferente a aquel gran autor. Le invito para que lea la entrada "La Cuestión del Suicidio". Un Fuerte Abrazo, Viejo Amigo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Hiel de Betel, mal padre

Neginot y Seminit

El altar de tierra