Dónde se nota la reprobación de Dios, Dios no pide disculpas
1 Samuel 15: 35
“Se fue luego Samuel a Ramá, y
Saúl subió a su casa en Gabaa de Saúl. Y nunca después vio Samuel a Saúl en
toda su vida; y Samuel lloraba a Saúl; y Jehová
se arrepentía de haber puesto a Saúl por rey sobre Israel”.
"Jehová se arrepentía". ¿Decía: "I'm
sorry (lo siento) me
equivoqué, no debí haberlo hecho, es mi falta, perdónenme por haberles puesto
un rey que no sirve"? No. Dios no les dio lo que él quiso sino lo que
ellos querían. Dios se lamentaba que hubieran pedido un sustituto y que éste
con posibilidad no les hubiera aprovechado. Quiere decir que Dios sentía lo
mismo que ellos, que estaban ambos decepcionados de Saúl pero que aún así no
habría cambio de gobierno por mucho tiempo. Reinó como desechado por Dios por
40 años, y en ese tiempo también fue ayudado por Dios. La reprobación divina no
se le nota en su cargo sino en su modo de vida (como en la vida de Saúl,
llena de celos y envidias), no en sus
triunfos sino en su carácter (como en
Saúl, irascible, hasta quiso matar a Jonatán su hijo), en su vida espiritual (no valía que David lo
perdonara, él hacía una buena confesión, se reprochaba su conducta y al tiempo
se olvidaba y seguía persiguiéndolo; y además de eso negó al Señor consultando
a una adivina), y en su muerte puesto
que no murió como un santo sino suicidado, no murió como un héroe de la fe.
Dios no dice: “Lo siento, discúlpame”.
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