Toma un ramo de versículos y frótalos
Mateo 14:23
"Y despedidas las gentes, subió al monte,
apartado, a orar".
Lo representa
como un creyente normal, un profeta que tiene necesidad espiritual de la
comunión con Dios. Jesús pasaba bastante tiempo sólo, reponiéndose del
cansancio físico, mental y espiritual de su obra. Sin hacerle preguntas a la
divinidad, cerremos los ojos y oremos. Orar es un privilegio que refresca. Se
le marchitan a uno las hojas del alma cuando la oración es poca. Tenemos que
practicar otra forma de lectura de la Biblia, sin andar sobre ella a pasos
agigantados, como el Gigante Siete Leguas, sino más bien recogiendo espigas y
frotándolas con las manos, quiero decir
atrapando puñados de versículos y restregándolos en la reflexión hasta que aparezca nítido el
alimento; en el pensamiento y se explaye su espíritu en palabras a Dios.
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