Mineros en las minas de cobre


Job 28:1-11; 12-28       
El hierro se saca del polvo, y de la piedra se funde el cobre”. 

Si quieres deleitarte observa atentamente todos los versículos de este capítulo. La primera parte (vv.1-11) contiene una descripción del trabajo que hacen los ingenieros de minas y los obreros del subsuelo propiamente dicho. Me he maravillado con su lectura. Job posee muchos conocimientos sobre la materia y no parece que los haya obtenido por comunicación oral o porque haya leído en alguna biblioteca, sus observaciones tienen los rasgos de alguien que conoce el trabajo de las minas porque ha estado allí. El mismo no era minero porque dice “abren las minas lejos de lo habitado”, son otros los que hacen ese trabajo y no él; pero lo conoce bien cuando dice: “El hierro se saca del polvo y de la piedra se funde el cobre; examinan todo a la perfección, las piedras que hay en oscuridad y en sombra de muerte”, haciendo referencia a las piedras que hallan en el fondo de las minas donde hay muchísimo peligro, pues también habla sobre la vida de los mineros en el corazón de la tierra: “son suspendidos y balanceados, lejos de los demás hombres” (v.4), subidos y bajados en sogas, balanceándose de un borde al otro del pozo. 

Cuando los expertos llegan a un sitio toman la piedra en la mano y la examinan a “la perfección” (v.3), pasan sobre ella sus manos y Job dice: “en el pedernal puso su mano, y trastornó la raíz de los montes, y sus ojos vieron todo lo precioso” (vv. 9,10); y allí mismo los ingenieros de minas ordenan: “Cavad aquí, cavad aquí”, comienzan a perforar la tierra y antes que lleguen a donde se encuentra el hierro, el cobre, el zafiro, el diamante, el oro, el topacio, hallan manantiales de aguas que hay que tapar para que no se inunde el pozo. Job dice: “detuvo los ríos en su nacimiento” (v.11). Después de describir cómo se llega a explotar una mina, y cómo se trabaja dentro de ella, pasa a elogiar la sabiduría y dice que la inteligencia es más valiosa que toda la riqueza que van extrayendo del fondo de la mina; he aquí sus palabras (vv.12-20). Con esas palabras muy elogiosas acerca de la sabiduría y la inteligencia llega a un punto cumbre cuando afirma que mejor que todo eso es temer a Dios y apartarse del pecado (v.28); y probablemente los primeros en hacerlo debieran ser los mineros y sus familiares.

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