Las iglesias paulinas no tenían pastoras o algo parecido

Romanos 16:6-12
"6Saludad a María, la cual ha trabajado mucho entre vosotros. 7Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y mis compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que también fueron antes de mí en Cristo. 8 Saludad a Amplias, amado mío en el Señor. 9Saludad a Urbano, nuestro colaborador en Cristo Jesús, y a Estaquis, amado mío. 10Saludad a Apeles, aprobado en Cristo. Saludad a los de la casa de Aristóbulo. 11Saludad a Herodión, mi pariente. Saludad a los de la casa de Narciso, los cuales están en el Señor. 12Saludad a Trifena y a Trifosa, las cuales trabajan en el Señor. Saludad a la amada Pérsida, la cual ha trabajado mucho en el Señor".

En este capítulo se saludan a muchas mujeres útiles, lo que hace ver que la influencia paulina (lo que es el calvinismo hoy) no  las ahuyentaba. De dos se dice que han trabajado mucho; a Priscila se le nombra como colaboradora (lo mismo que en otra parte a Evodia y Síntique, Flp.4:3) (vv.3,4) y expuso su vida por Pablo. La madre de Rufo le ayudó como una madre (v.13), y el mismo capítulo comienza con la mención de una, Febe, que se mueve para Roma y es diaconisa de la iglesia en Cencrea (v.1). Las mujeres tenían un lugar importante en las iglesias paulinas. Las mismas diaconisas que se elegían entre las mujeres viudas de la congregación, eran escogidas entre aquellas que tenían un impecable historial de servicio (1Ti.5:9,10).

La iglesia era tenida como una gran familia cristiana y ellas ocupaban el mismo lugar que toda mujer ocupaba en su hogar: Trabajo, servicio a los hijos, a los pobres, a las mujeres jóvenes, a las que estaban enfermas, a las que se iban  a bautizar y a las que morían. Disfrutaban en la iglesia de la misma autoridad y campo de servicio que tenían en la familia. La iglesia no se organizó de modo diferente a la familia, cosa que sería muy mal vista cuando las reuniones se tenían en las mismas casas (v.5). Por esa razón a la mujer no se le permitía enseñar en la congregación, no porque no tuviera conocimientos, sino porque asumía la dirección de la iglesia, tomaba autoridad sobre el hombre; y eso era mirado como una insubordinación (1Co.14:34,35).

Había profetisas en la iglesia (11:5), tenían un ministerio en la iglesia pero dentro de las mujeres, no en la asamblea donde se hallaban los hombres; en ese sentido también profetizaban las hijas de Felipe (Hch.21:9), pero ¿dónde lees que fueran ancianas, apóstolas, pastoras o algo parecido? ¿Dónde se dice que iban como evangelistas de ciudad en ciudad? La iglesia se organizó conforme al hogar y no el hogar conforme a la iglesia ni la iglesia conforme a la sociedad como ocurre con muchas congregaciones hoy donde las mujeres son nombradas pastoras y ministras. Una iglesia dirigida por una mujer es lo mismo que un hogar donde ella y no él sea la cabeza. ¿Enseña la Biblia que la mujer es cabeza del hogar? Si la mujer no es cabeza del hogar tampoco lo es de la iglesia. Esas cosas que hoy ocurren en las iglesias no son más que la influencia de la filosofía social sobre ella, un triunfo del movimiento feminista y de liberación social de la mujer. Pudieran llamarle prejuicio judío contra las mujeres, pero es falso, no hay tal cosa. Las mujeres en las iglesias apostólicas eran muy útiles, ayudaban mucho, pero eran dirigidas por los hombres, sean obispos, ancianos, diáconos, maestros y evangelistas. Yo quisiera traer más mujeres hacía nuestra iglesia, que trabajen mucho para el Señor, que no ambicionen cargos sino dispuestas para ayudar.

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