Una iglesia menos
Deuteronomio 13:12-18
“Que
han salido de en medio de ti hombres impíos que han instigado a los moradores
de su ciudad, diciendo: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que vosotros no
conocisteis; 14 tú inquirirás, y buscarás y preguntarás con diligencia; y si
pareciere verdad, cosa cierta, que tal abominación se hizo en medio de ti, 15
irremisiblemente herirás a filo de espada a los moradores de aquella ciudad,
destruyéndola con todo lo que en ella hubiere, y también matarás sus ganados a
filo de espada. 16 Y juntarás todo su botín en medio de la plaza, y consumirás
con fuego la ciudad y todo su botín, todo ello, como holocausto a Jehová tu
Dios, y llegará a ser un montón de ruinas para siempre; nunca más será
edificada. 17 Y no se pegará a tu mano nada del anatema, para que Jehová se
aparte del ardor de su ira, y tenga de ti misericordia, y tenga compasión de
ti, y te multiplique, como lo juró a tus padres, 18 cuando obedecieres a la voz
de Jehová tu Dios, guardando todos sus mandamientos que yo te mando hoy, para
hacer lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios”.
La
lealtad a Dios se mantenía a filo de espada. ¿Una ciudad menos? Sí, Dios
ordenaba que la borrasen del mapa. ¿Una iglesia menos, un candelero menos que
alumbre en una ciudad o en una región? (Apc.2:5) Sí, si se vuelve infiel a Dios
ya él no la necesita, y un mal ejemplo que incite a otros a hacer lo mismo es
mejor que deje de existir; es mejor que los vecinos digan: “Aquí cayó el juicio
de Dios” que, “sigamos el mal ejemplo de esa iglesia, hagamos sus obras y
creamos sus doctrinas”. Si una iglesia, una institución o una familia se
corrompen y abandonan los principios del Señor, ya a Dios no les hace falta y
la comunidad no la necesita. Preservar el evangelio es más importante que a toda
costa mantener una iglesia infiel o una sociedad apóstata.
Leemos que un
terremoto borró del mapa a Colosas, por la influencia del docetismo o
gnosticismo dentro de ella. No fueron suficientes ni los ruegos del apóstol Pablo
para salvarla si la mayoría acogió con
los brazos abiertos esas doctrinas. Hoy el problema es similar, con el deísmo en
los púlpitos. Una iglesia menos, que no hacía
falta en la historia, y lo único que ha quedado de ella es la protesta teológica
que se hizo en su contra.
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