No hagas una réplica del Espíritu Santo
Éxodo
30:22-31
“Habló
más Jehová a Moisés, diciendo: Tomarás especias finas: de mirra excelente
quinientos siclos, y de canela aromática la mitad, esto es, doscientos
cincuenta, de cálamo aromático doscientos cincuenta, de casia quinientos, según
el siclo del santuario, y de aceite de olivas un hin. Y harás de ello el aceite
de la santa unción; superior ungüento, según el arte del perfumador, será el
aceite de la unción santa. Con él ungirás el tabernáculo de reunión, el arca
del testimonio, la mesa con todos sus utensilios, el candelero con todos sus
utensilios, el altar del incienso, el altar del holocausto con todos sus
utensilios, y la fuente y su base. Así los consagrarás, y serán cosas
santísimas; todo lo que tocare en ellos, será santificado. Ungirás también a
Aarón y a sus hijos, y los consagrarás para que sean mis sacerdotes. Y hablarás
a los hijos de Israel, diciendo: Este será mi aceite de la santa unción por
vuestras generaciones”.
Esto
como yo lo veo, tiene que ser una figura del Espíritu Santo. La santa unción
que consagra las cosas más santas de nuestro culto a Dios; cualquier cosa puede
estar bien hecha, primorosa y de oro, expiada con sangre, perdonada, pero aún
necesita la unción del Espíritu Santo. No podía ser reproducido ni imitado (vv.32,33).
Oh Señor aunque nos hayas perdonado, ayúdanos a andar en el Espíritu. Eso de
imitación ¿no tendrá que ver con dos cosas: “fe no fingida” y “amor sin
fingimientos”? (Ro.12:9; 1Ti.1:5; 2Ti.1:5).
Y
puede que con la imitación emocional de las obras del Espíritu, lenguas,
éxtasis y cosillas parecidas, que pudiera Dios darlas porque es soberano, y que
no deben ser fingidas, haciéndole mímica a fulano o mengano, que son líderes
que parecen tenerlas. Debía haber diferencia entre lo santo y lo profano y que
cuando se respirara el ambiente, especialmente el cuerpo, se notara la
diferencia; y que un cuerpo pecaminoso no oliera a sagrado. Era casi obsceno
que una dama perfumada oliera a aceite sacerdotal, y que un cualquiera,
digamos, ignorante o fanático, haga una réplica, una copia espuria del Espíritu
Santo y engañe al resto de sus simplones hermanos.
Comentarios
Publicar un comentario