Aunque baje yo, suba El
El les dijo: A la verdad, Elías viene primero y restaurará todas las cosas (Mr.9:12).
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El ministerio de Juan fue corto, no duró muchos años y terminó decapitado salvajemente por los caprichos de una mujer. Su vida duró poco y su servicio fue meteórico. No vino al mundo para hacer muchas cosas. El volumen de su trabajo no fue grande y no necesitaba de muchos años para hacerlas, sin embargo se dice que el restauró “todas las cosas”. Juan cumplió la voluntad del Señor haciendo aquellas obras que Dios le había dicho que hiciera, no hizo ninguna menos ni una sola más. Los ministros llamados por Dios harán aquello que el Señor quiere que haga. El dispone la cantidad de cosas que cada uno de ellos debe realizar, fija el número de ovejas que tiene que cuidar, el lugar donde ellas estén y el tiempo que pasará junto a ese rebaño.
Juan en poco tiempo vio su ministerio prosperado y en poco tiempo también comenzó a percibir que perdía influencia y que otro mucho mejor que él se llevaba sus discípulos y bautizaba más gente (Jn.4:1-2; 3:30).
Estaba consciente de esa merma en su público y se sentía satisfecho con lo que ocurría, no había venido al mundo para conducir una gran congregación ni para hacer milagros sino para presentar el Mesías (Jn.10:41). Nació para eso.
Restauró todas las cosas y esa categorización no provino de una encuesta pública o valoración humana de su ministerio sino de Dios. Cuando uno hace “todo” lo que Dios quiere que haga puede que al final haya hecho más que otro que tuvo un ministerio más largo, pero no hizo todo lo que se le dispuso.
Dios nos conceda el estar satisfechos con la parte que tengamos que hacer, con el tiempo que se nos de para hacerlo y con el resultado que obtengamos. No busquemos el propósito de nuestras vidas en las muchas cosas que podemos hacer porque unas cuantas solamente pueden explicar porqué estamos en este mundo. El Señor nos prepare para soportar confiadamente la disminución de nuestra audiencia y la reducción del número de bautismos, con tal que por otra parte, al menguar nosotros suba él.
Hno. Humberto, el Dr. Luis M. Gonzalez Peña, quien fuera tremendo lider de la obra bautista cubana occidental, con el cual me arrodille varias veces en su cuarto a orar (costumbre que el tenia con todos los que pasaban a saludarle o a verlo cuando ya estaba retirado)decia: "somos inmortales hasta que Dios cumpla el proposito para el cual nos trajo a este mundo"....Luis M. Gonzalez Peña era calvinista.
ResponderEliminarSaludos y bendiciones en el Señor.
Felipe Gonzalez.
Felipe, tenia mucha razon el hermano el Dr. Luis M. Gonzalez Pena, se que fue un verdadero israelita en el cual no hubo engano. Bendiciones,
ResponderEliminarHumberto.