Cómo se nos hacen grises los días claros


                             JUAN 8: 55-59
 Vuestro padre Abraham se regocijó esperando ver mi día; y lo vio y se alegró”. 

También se puede traducir que Abraham estaba deseoso de ver el día del mesías. Sería mejor invertir el orden de la oración y decir que Abraham vio el día del Señor y se regocijó, porque deseaba verlo y lo vio en figura cuando creyó y nació su hijo Isaac, cuando el ángel le habló del cielo e intervino para que no lo sacrificara sobre la leña, que fue una forma de muerte y resurrección del Hijo de Dios y vio el anti tipo de Jesús en el sacerdote Melquisedec a quien le dio los diezmos. Gill dice estas mismas cosas y yo me regocijé leyéndolas. Está la teoría de que el profeta tuvo alguna ambición de la venida del mesías, pero lo que he mencionado es más escritural o bíblico. Y si alguna aplicación tiene este texto sería mostrarnos que debiéramos regocijarnos por la fe en aquellas cosas que Dios nos ha prometido, para salir de la tristeza lo antes posible, en espíritu y esperanza y se hagan más claros nuestros días grises.

Si quieres leer algo bonito y encadenado con oro a este tópico, oprime este enlace y disfrútalo con la bendición del Altísimo, https://pastorhp.blogspot.com/2018/10/que-las-penas-y-dolores-salgan-de.html






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