Según Lutero, cómo llegar a ser teólogo (John Piper, The Legacy of Sovereign Joy pags. 103-106)
"Lutero
dijo: yo quiero que ustedes sepan cómo estudiar teología en una forma correcta.
Este método lo he practicado yo mismo. Y aquí les doy tres reglas para
estudiarla. Las he sacado del salmo 119. Oración, meditación, tentación
(oración, meditación, tribulación). Y la tribulación es llamada la piedra de
toque. Estas reglas no solamente te sirven para saber y comprender, sino
también para experimentar cuán correcto, cuán verdadero, cuán dulce, cuán
sublime, cuán poderoso, y que consoladora es la palabra de Dios, es una
sabiduría suprema.
"Lutero
probó el valor de los conflictos una y otra vez en su propia experiencia. Y
dijo: una vez que conoces la palabra de Dios, el diablo te afligirá, y te hará
teólogo real, un doctor en teología, y te enseñará por sus muchas tentaciones a
buscar y amar la palabra de Dios. En cuanto a mí mismo yo le debo a los
papistas muchas gracias por sus golpes, presiones, y por las aflicciones que
por medio del diablo me han convertido a mi pienso, en un buen teólogo, de modo
que he alcanzado muchas cosas que nunca había pensado alcanzar.
"Los
sufrimientos están entretejidos en la vida de Lutero, ten en cuenta por ejemplo
que desde 1521 en adelante, Lutero vivió en dificultades con el imperio. Carlos
V dijo que había decidido movilizar todo el imperio contra Lutero, todos sus
reinos y dominios, sus amigos, su cuerpo, su sangre y hasta su alma.
Indudablemente que Lutero pudo haber sido muerto excepto que fue protegido por
su príncipe Federico de Sajonia.
"El
diablo es un gran difamador de la peor clase. Y Lutero una vez dijo que si el
diablo no puede hacer nada contra las enseñanzas, el ataca la persona, mintiendo,
calumniando la, maldiciendo la y tratando de difamarla. Exactamente como hace
Beelzebub por medio de los papistas cuando no pueden vencer y contradicen el
evangelio, entonces afirman que yo estoy poseído por el diablo, y que mi madre
fue una ramera.
"Físicamente
sufrió de piedras en los riñones, dolores de cabeza, mal en los oídos e infecciones,
y además de eso hemorroides. Éstas fueron las tribulaciones que dijo que lo
convirtieron en un teólogo. Éstas experiencias fueron parte de sus labores
exegéticas tanto como su diccionario griego. Esto nos haría pensarlo dos veces
antes de dejarlos con las pruebas que tenemos en nuestro ministerio. Kohan a
menudo yo soy tentado a pensar que las presiones y conflictos y frustraciones
son simplemente distracciones sobre mi tarea de estudio principal y comprensión
de la Escritura. Lutero nos enseña lo mismo que el autor del salmo 119, que la
visita de las dificultades que interrumpen nuestro estudio han de ser un factor
importante que nos ayuden a comprender los textos bíblicos como nunca antes.
Tentaciones, dificultades, aguijón en la carne, todo eso son las contribuciones
de Satanás para convertirnos en buenos teólogos".
Parcialmente fieles y parcialmente infieles (exposición)
Génesis 12:10-20
“Y éste trató bien a Abram por causa de ella; y le dio ovejas,
vacas, asnos, siervos, siervas, asnas y camellos”.
Este pasaje anecdótico parece parte de una historia romántica, sin
embargo forma parte del Libro sagrado del cristianismo, la Biblia, y como la
cara bonita y el cuerpo hermoso de Sara despertaron la codicia de estos paganos
que en presencia de su marido le decían piropos. ¿Qué quiere decir este pasaje,
que hagamos mal para que vengan bienes? No, que Dios puede sacar bien del mal,
Abram no fue premiado por Dios por haber hecho lo malo sino que Dios le dio un
ejemplo de su misericordia, no reprendiéndolo por lo malo sino evitando que el
mal que había empezado hacer se consumara y bendiciéndolo en cambio, salvándolo
del pecado y a otros que por su causa iban a pecar.
Hay una gran misericordia aquí mostrada para cuando somos
parcialmente fieles y parcialmente infieles; los que son tentados y han
caminado hacia el pecado pero sin consumarlo al fin, y se avergüenzan tener
esperanza que Dios los vaya a bendecir; que de lo malo Dios saca lo bueno y
desde entonces seamos más piadosos y más precavidos, porque una segunda
imprudencia puede no tener una salida feliz. Abram aceptó aquellas bendiciones,
prosperó con ellas, pero no tendría nada de que gloriarse por ese progreso,
porque era totalmente inmerecido, y a causa del sacrificio de la virtud de un
ser querido y del colapso de su matrimonio. ¿Llamas bendiciones y progreso por vender a tu mujer?
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