Cómo estar de buen ánimo


Génesis 27: 37
"He aquí, yo lo he puesto por señor tuyo, y le he dado por siervos a todos tus parientes; y con grano y mosto lo he sustentado". 

Esas cosas acaban de comenzar a existir sólo en promesas, digamos que son virtuales, desde ese momento hasta la obtención de todas esas bendiciones habrían de pasar años, siglos, pero ya se dan como ciertísimas (Luc.1: 1), y se enuncian en pasado, aunque todavía no se hayan acercado, porque aquello que se encuentra como en cápsula dentro de una promesa divina ya existe potencialmente para los cuales están destinadas. 

Si con fe suficiente pudiéramos creer de antemano las promesas que leemos en este Libro Santo trabajaríamos con más esperanza, con más paciencia, esperando que se haga realidad lo que se ha pronunciado a nuestro favor. Creer y esperar son las dos virtudes o dones de la gracia que hay que poseer y ejercitar para estar de buen ánimo y tranquilos mientras se aguarda lo prometido, y creyéndolo hasta ese entonces sin incertidumbres ni vacilaciones.


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