Declaración contra el matrimonio de personas del mismo sexo
(Este documento
lleva muchos años en mi computadora (ordenador) y no sé si lo escribí o lo archivé
de otro que merezca el reconocimiento. Con esa aclaración lo doy a conocer por
su pertinencia, incitado por la reciente aprobación de la legalización de los
matrimonios del mismo sexo en el estado de Maryland, 2012). Se trata de algunas
de las bases bíblicas para formular una declaración que rechace el matrimonio
entre personas del mismo sexo.
Esto es principalmente un enfoque paulino, es decir
cristiano, sobre la homosexualidad; sin prejuicios ni desprecios, sino como un
eco de la voz de la Sagrada Escritura (la Biblia) sobre el asunto; básicamente
extraído dentro del espíritu del cristianismo y de la pluma de su principal
intérprete y representante, el apóstol Pablo. El tema de la homosexualidad
matrimonial, según el autor bíblico, se presenta de un modo cortante en blanco
y negro, como un pecado dentro de lo que significa transgresión de la ley de
Dios, y esta declaración no tiene el ánimo de herir, insultar y ofender a quienes
piensen distinto. Sino sólo eso y no más: es una declaración.
La Biblia no menciona nunca “el matrimonio” entre
personas del mismo sexo porque eso es un
oxímoron, una contradicción impensable. De lo que hay abundante referencia es
sobre la homosexualidad y su práctica. Pablo menciona la homosexualidad desde
un punto de vista teológico, soteriológico y ético.
El principal pasaje está en Romanos 1:24-28.
Por lo cual
también Dios los entregó a la inmundicia,
en las concupiscencias de sus corazones,
de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron
la verdad de Dios por la mentira,
honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a
pasiones vergonzosas; pues aun sus
mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual
modo también los hombres, dejando el uso
natural de la mujer, se encendieron en
su lascivia unos con otros, cometiendo
hechos vergonzosos hombres con hombres,
y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Y como
ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios,
Dios los entregó a una mente reprobada,
para hacer cosas que no conviene.
No hay un solitario caso en toda la Biblia donde Dios, en
la Ley, los profetas o lo salmos, se apruebe, se tolere y menos se le de
aprobación a la unión homosexual. Todo lo contrario, se le expone como una
degeneración contra el cuerpo, contra la sociedad y contra Dios.
I.
Tres
modos de definir la unión homosexual.
1. Se define teológicamente: La unión
homosexual es definida opuestamente a la
santidad de Dios.
2. Se define éticamente como inmundicia espiritual y mental.
3. Se define socialmente como una deshonra
para el cuerpo, que fue creado para el Señor.
II.
Cuatro
definiciones expuestas para tomar una declaración:
1.
El
apóstol Pablo, el mayor exponente de la gracia y misericordia cristiana, es su
principal crítico y juez, afirmando que se trata de una deshonra del cuerpo humano, y por ende de la salud física, la salud
doméstica y social y por contingencia una devaluación de la moral humana; es
como lo plantea, una degradación del ser humano (Romanos 1:24-25).
2.
Además
la homosexualidad conforme a la teología y la ética paulina, revelada por
Cristo por medio del Espíritu Santo, es una infamia,
una indignidad y una desgracia (es lo que significa la palabra en Romanos
1:26); y pone debajo de todo ello los
rectos deseos y las pasiones normales del varón y la hembra.
3.
En el
mismo lugar dice que esa relación no es
natural, y la palabra que usa quiere decir “físico, instintos”, o sea que
no puede reportar verdadero y saludable placer y por ende felicidad; y como
consecuencia está condenado al fracaso, y como deja de ser, no está basada en
verdadero amor sino en un problema síquico y espiritual (que es la palabra que
utiliza Pablo).
4.
Y
sigue adelante afirmando que ese tipo de relación incendia infamemente el sexo, hace que el dúo excite acaloradamente
pasiones del orden ético reprobable (Romanos 1:27).
5.
Y conforme
a una definición soteriológica es
presentada dentro del contexto de la justificación por medio de la fe, el
llamamiento de Dios a ser conforme a la imagen de su Hijo, de la inconformidad con este mundo, y de la
transformación mediante la renovación del entendimiento.
III.
El
fin de una declaración opuesta al matrimonio de personas del mismo género es el
amor y la salvación de los mismos,
por encima de un intento de proselitismo moral.
La iglesia de corintios contaba dentro de sus miembros a
ex practicantes del homosexualismo:
¿No sabéis que los injustos
no heredarán el reino de Dios? No
erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los
ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais
algunos; mas ya habéis sido
lavados, ya habéis sido
santificados, ya habéis sido justificados
en el nombre del Señor Jesús, y por el
Espíritu de nuestro Dios (1Corintios 6:9-11; 1Timoteo 1:10).
1. La práctica de la
homosexualidad excluye del reino de los cielos.
2. Pensar que se puede practicar
la homosexualidad y ser cristiano es un error.
3. La homosexualidad no se
distingue como un pecado imperdonable.
4. La práctica de la
homosexualidad no es una obligación congénita, como no lo es la adicción a
maldecir, al alcohol, acumular dinero y el adulterio.
5. Los practicantes de la
homosexualidad pueden ser lavados, santificados y justificados.
6. La iglesia de Corinto no
aceptó entre su membresía a ningún homosexual antes de ser lavado y
santificado.
7. La esperanza de cambio de los
homosexuales se halla en la predicación de la ley de Dios, del evangelio y del Espíritu
Santo, no en la consulta a adivinos, sicólogos o filósofos.
La misma mano que escribió sobre la homosexualidad
escribió la bella oda al amor en 1Corintios 13; por lo tanto una declaración en
contra del reconocimiento de la unión de dos personas del mismo sexo no es una
declaración sin amor y sin esperanza.
I.
El
matrimonio entre homosexuales es contrario al postulado creacionista bíblico.
Génesis 1.26-28:
Entonces dijo
Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza; y señoree
en los peces del mar, en las aves de los
cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la
tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen,
a imagen de Dios lo creó; varón y
hembra los creó. Y los bendijo Dios, y
les dijo: Fructificad y multiplicaos;
llenad la tierra, y
sojuzgadla, y señoread en los peces del
mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la
tierra.
1.
Dios
hizo dos sexos, no tres ni uno intermedio.
2.
El
matrimonio es definido como la unión entre un hombre y una mujer.
3.
Esa
unión es la única que tiene la bendición de Dios.
4.
La
unión heterosexual es la única que cumple el propósito de la multiplicación de
la raza.
5.
El
único que define a la familia. No se
puede decir que “lo que Dios lo juntó, no lo separe el hombre” si ambos tienen
el mismo sexo (Mr.10:9).
II.
El matrimonio
homosexual no representa la unión de
Cristo con su iglesia
Efesios 5:22-27
Las casadas estén
sujetas a sus propios maridos, como al
Señor; porque el marido es cabeza de la mujer,
así como Cristo es cabeza de la iglesia,
la cual es su cuerpo, y él es su
Salvador. Así que, como la iglesia está
sujeta a Cristo, así también las casadas
lo estén a sus maridos en todo. Maridos,
amad a vuestras mujeres, así como
Cristo amó a la iglesia, y se entregó a
sí mismo por ella, para santificarla,
habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de
presentársela a sí mismo, una iglesia
gloriosa, que no tuviese mancha ni
arruga ni cosa semejante, sino que fuese
santa y sin mancha.
1. La organización del
matrimonio heterosexual es imposible si los dos son del mismo género.
2. Es imposible comparar la santidad del amor de Cristo por su
iglesia con la de dos del mismo sexo. La unión homosexual no es santa.
3. Sólo la unión de un hombre y
una mujer representa a Cristo y la iglesia.
Es una exégesis ilógica, o mejor dicho eixégesis, querer
justificar la unión de dos personas del mismo sexo como no pecaminosa cuando
otros pecados menores ofenden a Dios (Mt. 5:28; He. 13:4; Ro. 9:10). Si el
matrimonio, yendo “al principio” es una unión monogámica, ¿cómo se puede definir definiéndolo con dos sexos
iguales y no distintos? Por lo tanto, según la Biblia la unión de dos personas
del mismo sexo no puede ser definida como
un matrimonio.
III.
El
rompimiento de la unión homosexual no representa bíblicamente un divorcio por cuanto no se puede decir
“lo que Dios juntó no lo separe el hombre” (Mateo 19:8).
IV.
El
matrimonio homosexual plantea una nueva
definición ética. El matrimonio,
según los orígenes de los cielos y la tierra, conlleva una definición ética y
teológica.
1.
No
sólo social, sexual o corporal. El hombre y la mujer son un producto teológico.
Y son igualmente un resultado de la ética divina. Llevan la imagen de Dios.
2.
El
homosexualismo pretende redefinir la cosmología bíblica, especialmente la
cristiana. Es el resultado de una nueva cosmología.
3.
La
justificación de la unión homosexual es el resultado de un oscurecimiento y
degradación de la santidad de Dios. Para justificar la unión homosexual hay que
re-definir a Dios y cambiarlo, con otra naturaleza y otro carácter, y del mismo
modo, con otro evangelio y con otra Biblia. Es más el triunfo de la
secularización, de la evolución, del agnosticismo, de los medios de difusión
masiva, de mucho dinero, que de una comprensión de la santidad de Dios.
4.
La
aceptación de la unión homosexual equivaldría a una devaluación del concepto de
pecado o su desaparición.
Conclusión: Santificar
y bendecir la unión homosexual es, como dijo el profeta, llamar “a lo malo
bueno y a lo bueno malo” (Isaías 5:20).
Estimado pastor, es un gran placer poder saludarlo y leer sus publicaciones, estuve ausente unas fechas de la red debido a muchas circunstancias, entre ellas la salud de mi esposa, espero de todo corazón se encuentre bien y su familia también, siempre está presente en mis oraciones amado pastor, Dios le guarde en el amor de Cristo, espero que en algún momento podamos conversar, bendiciones.
ResponderEliminarQué gusto me da saludarte y conocer de ti, Edinson. Es para mí un placer y un privilegio que leas mi pequeño blog. Oraré por tu esposa y que con la bendición de Dios las otras cosas te permitan continuar desarrollando tu exitoso ministerio.
ResponderEliminarOra por mi trabajo de plantación de una nueva iglesia. Abrazos,
Humberto.
Amen mi hermano, así será, estoy en ese proceso también vamos a trabajar en la plantación de una iglesia y nos vamos a mudar, estaremos orando y espero sigamos conversando por e-mail para solicitar su asesoría estimado hermano, Dios le bendiga y quería preguntarle si tiene cuenta en twitter, la mia es @pastoredy, por e-mail le voy a enviar mis números telefónicos hermano, saludos.
ResponderEliminarQue Dios te bendiga hermano Edinson, en eso de plantar una congregación. Ora mucho por eso; y tendrás que hacerlo en grandes cantidades, especialmente por ti mismo; por tu paciencia, fe (que en este caso es casi lo mismo) y esperanza. Mi cuenta de twitter es @mispergaminos.
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