Como quien dice: ¡Dios Cambia de Opinión!



“Anda y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Jehová: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada. Santo era Israel a Jehová, primicias de sus nuevos frutos. Todos los que le devoraban eran culpables; mal venía sobre ellos, dice Jehová” (Jer. 2: 2, 3).
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¿Has leído la historia de Israel en el desierto? Voy a recordarte un episodio de los muchos parecidos que tuvo.

“Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me creerán, con todas las señales que he hecho en medio de ellos? Yo los heriré de mortandad y los destruiré, y a ti te pondré sobre gente más grande y más fuerte que ellos”. (Num.14:11,12).

¿No ves cómo Dios estuvo a punto de extinguirlo por malvado? Tiempo me faltaría para recordar las faltas de Coré y como lo defendieron contra Moisés y lo acusaron de haber abierto la tierra para tragarlos, lo mismo que a Datán y Abiram, las quejas por el maná y la falta de carne, por agua, por todo. ¿Y no recuerdas como se ensoberbecieron en Baal-peor, en Mara, como hicieron el becerro de oro, como murmuraban por todos y de todos?
Cualquier historiador al leer esas cosas, esos libros históricos, se formaría una opinión bastante pobre de Israel; sin embargo, Dios recordando aquellos tiempos, habla como si hubieran sido tiempos mucho mejores de lo que fueron y habla de “la fidelidad de tu juventud”, o “la piedad” “la bondad” “la belleza” de tu juventud” “cuando andabas en pos de mí en el desierto”. ¿Es que no recuerda como quisieron volverse de en pos de él hacia Egipto? ¿Es que le ha fallado la memoria a Dios? ¿Es que mira las cosas como quiere mirarlas ahora? ¿Su opinión no es faltar a la realidad de los hechos? ¿No es eso falsear la historia? ¿Es mentira? ¡Dios nos libre! No, no es mentira, es verdad, aunque nos parezca lo contrario.
Es exactamente lo que pasa cuando un pecador es salvado y se usa tanta gracia, tanta misericordia con él, que la realidad humana de su vida, su realidad histórica es cambiada en la opinión de Dios. Y eso es lo que por medio de Jesucristo conocemos como justificación cuando se tiene por inocente a un culpable. Los efectos del perdón, las consecuencias del perdón, hacen que Dios sustente una opinión distinta a la “real”, y más aun, que esa opinión se extienda hacia su pasado. ¡Maravillas de la gracia de Dios!
Jesucristo como Justificador, Expiador y Abogado, por su propia sangre, como quien dice, cambia la opinión de Dios y siendo hijos de ira como los demás, nos justifica y nos tiene como hijos amados. La mala opinión de Dios persiste en los que no se arrepienten. Por eso podemos, como dijo el apóstol, gloriarnos en aquel otro hombre, el que está en Cristo, no en nosotros mismos.
Dios no sólo no tiene mala opinión de un pecador perdonado, sino que tiene buena opinión; lo malo que cometió ya no existe, mejor aún, nunca existió. Sus injusticias serán olvidadas. Vive una vida inocente ante Dios y todos los que te dañen serán culpables. Oh Dios que nuestra mejor época de fidelidad, piedad, amor y belleza espiritual esté en el presente y en el futuro, no atrás.

Comentarios

  1. Creo en que Dios cambia sus planes, pero el unico intersesor es nuestro Señor Jesucristo. Recuerden que nadie llega al Padre si no es POR ÉL.

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  2. Anónimo, como dijo Spurgeon “Dios tiene muchas flechas en su aljaba”; o sea muchas alternativas y soluciones y adapta sus tratos a nuestro favor, pero sus “cambios” no implican defectos en ellos sino en nosotros, son nuevos modos de ser bueno con nosotros. ¿Amén?

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  3. Sr. Humberto, tiene usted algun email o correspondencia directa mediante el cual asesore o de consejos?. Si es asi, agradecerìa con el alma comunicarme con usted, porque realmente necesito hablar con alguien, de no ser asi, mis sinceras disculpas.

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  4. Anónimo, por supuesto que si. Mi correo es
    hperez@humbertoperez.net
    Bendiciones.

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