Una deplorable contradicción
Y a los que sobre los terrados se postran al ejército del cielo, y a los que se postran jurando por Jehová y jurando por Milcom (Sofonías 1:5).
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También por Milcom. En el AT el Señor nos enseñó a jurar sólo por él (Dt. 6:13); el juramento formaba parte de la lealtad y devoción a su Nombre. El pueblo, posiblemente en tiempos de las reformas de Josías, se postraba ante todos los planetas y veneraban los signos de zodíaco, “y quitó a los sacerdotes idólatras que habían puesto los reyes de Judá para que quemasen incienso en los lugares altos en las ciudades de Judá, y en los alrededores de Jerusalén; y asimismo a los que quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, y a los signos del zodíaco, y a todo el ejército de los cielos” (2 Re. 23:5). Parece que había mucho pueblo que no renunció completamente a la adoración del Dios único, Jehová, sino que la combinó con la religión de los amonitas y adoraban tanto al Señor como a Milcom; se postraban ante el Dios invisible y ante un ídolo en forma humana. (Lea 1 Reyes 18: 21, Oseas 4: 15 y Amós 5: 26).
Y en otro sentido son semejantes a los que tienen una lengua para Dios y otra para los demonios, profesan ser cristianos y viven como demonios, los que oran a Dios e invocan imágenes hechas a mano, aceptan el cristianismo y también las religiones africanas, o de sus ancestros, leen la Biblia y consultan el horóscopo y no les importa mezclar el cristianismo con filosofías orientales o griegas aunque Pablo llamó a esa mezcla un evangelio diferente y lo maldijo.
Una producción particular de cada uno, “a su manera”, algo hecho para los tiempos y la conveniencia, que toma de la Biblia y de la cultura, se adapta a las circunstancias, para flotar dentro de ellas y sobrevivir con los tiempos, sacándole provecho a esa adaptación y presunción de “mente abierta”. Y así quedan bien con Dios y con el Diablo, con Cristo y con Belial, enyugándolos a ambos juntos (2 Co. 6: 16), con la luz y con las tinieblas (1 Tes. 5: 5), y sirven a dos señores (Mt. 6: 24), sin aborrecer a ninguno ni amarlo tampoco. A esos ha de destruir el Señor.
Eran y son sincretistas, un tanto judíos y otro paganos, religiosamente híbridos. Tienen dos religiones, dos éticas y dos teologías, afirmaban por un lado la fe y por el otro las obras, por una parte los méritos y por el otro la gracia, la soberanía de Dios y el libre albedrío, creen en la perseverancia de los santos y niegan la predestinación, son arminianos y calvinistas, católicos y protestantes, espiritistas y cristianos, en fin, una deplorable contradicción.
¡Qué horrenda, horrible y terrible dualidad! ¡sigh!(suspiro) Es increíble que hoy en nuestros días se da.Debo cuidarme de no caer en el mismo error, ¡ay!
ResponderEliminarGracias por lo escrito.
Saludos.
Veo, Isa, que cuidas mucho tu vida cristiana, si relacionas estos escritos con tu vida cristiana es que cuando lees la Biblia la relacionas con ella, y eso hace firme tu "vocación y elección" (2Pedro 1:10. Nunca dejes de ser así. Saludos,
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