ÉXITO, AMOR, FELICIDAD, TERCERA PARTE
El hombre que se fija en ti
“Bendito sea aquel que se fijó en ti”. El librito de
Rut es acerca de la providencia de Dios y ella cluye bajo la dirección divina,
todo lo que nos pasa. Aquí la vemos tanto en la emigración, la muerte, la
localización de un trabajo como en el amor.
Lo que literalmente dijo Noemí al preguntarle con
quién había trabajado fue quién había tenido “conocimiento” de ella, o quién la
había “reconocido”, o quién, como dice bonitamente aquí, se había “fijado en
ella” una expresión que se utiliza para mostrar un interés amoroso de una
persona por otra. Y no hay duda de que las atenciones que usó el bondadoso Booz
con Rut revelan su simpatía por la clase de mujer que era. Comenzó admirando su
trabajo y después la admiración se convirtió en amor. Este era un buen hombre y
no se fijó en ella para explotarla o para comprarla, tratando con cortesías de
enamorarla para dormir con ella. No era un patrón aprovechado sino un hombre
muy respetuoso de la viuda de un pariente suyo a quien había conocido. Hay
hombres que cuando ven a una mujer necesitada, viuda o soltera, se fijan en
ella, pero con intenciones perversas para sacar partido de la desgracia de
ella, y máximo sabiendo que no tenía ningún hombre que la representara sino una
anciana suegra. Él sabía que ella era una inmigrante y que necesitaba trabajo,
y se lo dio, con muchas facilidades porque comprendió su situación, pero no
para deshonrarla. Más bien después fue ella la que aconsejada por su suegra se
le acercó como mujer, y aun así él no la tomó enseguida en sus brazos y la
besó, sino que la convirtió legalmente en su mujer y compañera. Rut no dejaba
ningún hijo en su país como sucede con muchas de las inmigrantes en este país,
que vienen aquí para trabajar día y noche para enviar dinero para alimentar y
vestir a sus hijos; si así hubiera sido estaría en guardia poniendo en primer
lugar su dignidad como mujer, sus hijos que confían en ella, su trabajo, y en
último lugar algún hombre que dé señales de estar fijándose en ella. Eso, las
que son como Rut, lo piensan dos veces antes de volverse a entregar a otro
hombre, que por supuesto sea igual o mejor que el que perdió. Un hombre
creyente en Dios, un verdadero hombre como Booz.
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