Engañarse bien no es tener fe
Mateo 9:21
"Y
la mujer fue salva desde aquella hora".

El
proceso de creer es interno y no precisa de semejante apoyo como poniéndole un
punto límite, una barrera a la obtención de su deseo. Cuando dentro del corazón
se usan esos apoyos externos, disminuyen la fe desde un discernimiento
espiritual de Cristo hasta un capricho hecho firme por un procedimiento
repetitivo o psicológico. Engañarse bien no es tener fe y pudiera culminar con
un fiasco. Hubiera hecho mejor que repetirse continuamente que si tocaba su
ropa se sanaba, dar la vuelta y frente a sus ojos caer de rodillas y plantearle
su necesidad; por cualquier razón queremos quitarle algo a Cristo sin tener que
comprometernos con El, entrar en su discipulado por la espalda y quedarnos
escondidos y no darle ni servicio ni honra (Luc.8:47).
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