LA CLASE DE VIOLENCIA DEL CRISTIANO
"El reino cielos sufre violencia, y los
violentos lo arrebatan".
MATEO 11:12
Satanás no dejaba que el reino apareciera en el
mundo; creer en Cristo era ciertamente peligroso. Eso está claro, pero ¿hay que
ser violento para ser creyente? Mire a los publicanos y las rameras lo valiente
que fueron. La conversión a Cristo es un resultado de la violencia divina
(Sal.110:3; y no me hablen del timorato libre albedrío), implica un fortalecimiento
del carácter, una violencia permitida y animada por el mismo Dios y combatida y
opuesta por todos los existentes poderes infernales (Luc.14: 23). Desde el
mismo momento que creemos estamos en el ejército de Jehová, él nos pone la
espada del Espíritu en una mano, el escudo de la fe en la otra, el evangelio de
la paz en nuestros pies y el yelmo de la salvación en la frente. Y los
temerosos no entrarán al reino de los cielos (Apc.21:8). Nada, "compañeros
de milicia" (2 Co.10:4; Flp.2:25) ¡tenemos que ser espiritualmente
violentos!
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