Qué música hace huir al diablo
1Samuel 16: 14-23
“El
Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de
parte de Jehová. Y los criados de Saúl le dijeron: He aquí ahora, un espíritu
malo de parte de Dios te atormenta. Diga, pues, nuestro señor a tus siervos que
están delante de ti, que busquen a alguno que sepa tocar el arpa, para que
cuando esté sobre ti el espíritu malo de parte de Dios, él toque con su mano, y
tengas alivio. Y Saúl respondió a sus criados: Buscadme, pues, ahora alguno que
toque bien, y traédmelo. Entonces uno de los criados respondió diciendo: He
aquí yo he visto a un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar, y es valiente y
vigoroso y hombre de guerra, prudente en sus palabras, y hermoso, y Jehová está
con él. Y Saúl envió mensajeros a Isaí, diciendo: Envíame a David tu hijo, el
que está con las ovejas. Y tomó Isaí un asno cargado de pan, una vasija de vino
y un cabrito, y lo envió a Saúl por medio de David su hijo. Y
viniendo David a Saúl, estuvo delante de él; y él le amó mucho, y le hizo su
paje de armas. Y Saúl envió a decir a Isaí: Yo te ruego que
esté David conmigo, pues ha hallado gracia en mis ojos. Y
cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa
y tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio y estaba mejor, y el espíritu malo se
apartaba de él”.
Nosotros tenemos un alto concepto de la música religiosa;
usamos en la adoración a Dios tanto la música como la letra. Ambas son
importantes en la Escritura. Parece que entre el pueblo de Israel existía la
opinión o tenían la experiencia que los malos espíritus detestaban la música
sagrada. Donde se toque o cante música
“sagrada”, que adore a Dios, el diablo huye. Si un espíritu maligno
atormenta a alguien con malos sentimientos, pensamientos o lo impulsa a actos
pecaminosos y oye la buena música religiosa, se alivia, porque el diablo es un
espíritu triste. Le espanta oír a los santos cantar o escuchar música
religiosa, se va y anda por lugares secos hasta que deje de cantar o de
escucharla.
No hay una música revelada en la Biblia que diga esta sirve
para adorar a Dios y aquella no; la clase de música que hemos de usar queda
para ser determinada por la experiencia y las doctrinas. La experiencia
espiritual de cada persona no es la misma, ni tampoco su cultura, y eso hace
que se tejan los sonidos como los hilos de distintos colores de la capa de
José; y ahí está la doctrina para hacer que la experiencia cristiana sea
juzgada. El apóstol Pablo dice que la ley de Dios es espiritual y que el
hombre cristiano, en su fundamento humano, es carnal (Ro 7.14). La doctrina es
el guarda de la música; si una música va dirigida únicamente a complacer el
gusto de un auditorio, a regocijarlo como si estuviera en un teatro, en una
discoteca, en un salón de baile, la doctrina sale inmediatamente y dice que no
a esa música pues no glorifica a Dios porque se parece mucho a la del mundo, y
no parece un culto. La música que tocó David para Saúl llevaba a Dios puesto, de
modo que el diablo huía de ella. La danza de David no fue en un culto, no en el
templo sino en la calle y en una procesión militar.
http://pastorhp.blogspot.com/2013/09/la-forma-de-adoracion.html
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