La economía mejoraría si consiguen un político como José
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Exodo 12:32
“Tomad también vuestras ovejas y vuestras vacadas,
como habéis dicho, e idos, y bendecidme también a mí”.
De faraón su primogénito
muerto. Su familia inconsolable. Sus propiedades arruinadas. Su honor
derrumbado. Su religión desacreditada y sus pastores, quiero decir Janes y
Jambre, desprestigiados y culpables por haberlo fortalecido con y en una
teología errónea. ¿Qué es lo único que le queda que considere importante? ¿Su
trabajo? No. Su vida. Y para ella es que pide oración como un Talmud dice, o su
bendición. Y ¿a quién le pide la bendición? A Moisés y Aarón. Pero estos dos
tienen otro Dios y no el suyo. Un Dios enemigo de su religión,
y el mismo Dios que le ha quitado todo, que lo ha arruinado, contra quien se ha
endurecido. Y no se la negaron. Los dos venerables ancianos se postraron
sobre sus rodillas y pidieron a Jehová que le prolongara la vida. Y Dios lo
hizo y el Faraón continuó vivo con esa única bendición, no ser tocado
por la muerte en ese momento.
Quizás pienses: "Me queda poca vida, lo que
he perdido es irrecuperable, nadie me puede resucitar a mi primogénito, estoy
desacreditado religiosamente, mis pastores me engañaron y sus milagros fueron
mentirosos, mi Egipto está arruinado económicamente y tengo que declararme en
bancarrota, la vida no puede rebobinarse, es tarde para aspirar a una bendición
de Dios”. Es cierto que nadie puede devolverte un hijo muerto pero sí un
hijo perdido en vicios. Es cierto que tu religión está desacreditada en
tu experiencia pero bien que lo esté, era mentira y tus pastores, quiero decir
tus hechiceros eran unos duplicadores farsantes. Pero la teología que venció la
tuya se te ofrece como única verdad.
El Dios que tenías como enemigo
tiene amigos que son de él y tú tienes acceso a ellos y pedirles que pidan
para ti una bendición. Lo único que tienes es que pedirle algo más que la vida.
Cosa que Faraón no hizo, sino también que te de un corazón nuevo y quite de ti
el de piedra. Faraón no sólo estaba arruinado económicamente sino que por culpa
suya su país estaba arruinado. Eso también Dios lo puede componer, si consiguen
un hombre de Dios como José, entonces volverán a ser económicamente como
fueron. La bendición tendría que ser del tamaño de un nuevo hombre.
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