Formas providenciales de sustento
“Y comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año” (Jos.5:12). Los hijos de Israel nunca más tuvieron maná; ya no lo necesitaban, el vagabundeo milagroso había concluido y al entrar a la tierra de promisión las ventanas del cielo se cerraron y no vieron más vieron el precioso alimento, a no ser el guardado en lugar sagrado una urna. Una nueva época había comenzado, y no podrían volver atrás a los antiguos tiempos en que cual lluvia caía la bendición angelical. El ciclo estaba cerrado. El tiempo de sostenimiento especial había expirado y el sol no volvería atrás. Pero les quedaban en la memoria experiencias inolvidables, buenas y malas, todas ellas con Dios. Impresionantes apostasías. Los egipcios se habían vuelto a su país, los que siguieron al grupo salvado cuando oyeron que peregrinarían por cuarenta años pusieron pie en retroceso. Fue un alivio porque aquellos no regenerados causaban molestias a los que caminaban en el Espíritu. Ellos fueron los que trajeron a la memori...