Un bello modelo de predicación


Lucas6:17-19   

(Mt. 4:23-25)
 17 Y descendió con ellos, y se detuvo en un lugar llano, en compañía de sus discípulos y de una gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón, que había venido para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades; 18 y los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados.19 Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos.


Desde este sitio Jesús va a predicar uno de los más conocidos y recordados sermones, según Mateo lo hizo sentado sobre un monte (Mt. 5:1), y según a quienes entrevistó Lucas, en un lugar llano (v. 17). ¿En qué quedamos, predicó desde el monte o en la llanura, sentado o de pie? En los dos lugares y en las dos formas, sentado y caminando, en el monte sentado y en la llanura andando.

Si esa explicación es aceptable, quiere decir que Jesús es un bello modelo del predicador,  y si le parece puede decir que energético, y que mientras predicaba no permanecía en una posición estático, sino que se sentaba, andaba, iba de un sitio a otro acercándose a unos y alejándose de otros y viceversa, y la gente no podía quitar los ojos de él, y él miraba a unos de cerca y a otros de lejos, y después se movía, se detenía junto a los que les habían escuchado en la distancia, les miraba frente a frente y les hablaba cara a cara; y de nuevo se alejaba en iba a enseñar a los grupos más retirados.

No era un predicador inerte y sin emoción, sino que como el viento que llevaba su voz así se trasladaba él de un sitio a otro sin que nadie le escuchara con cansancio ni tedio esas hermosuras importantes; y no es extraño que los soldados que querían llévaselo prisionero dijeran que nunca habían escuchado a nadie igual ni parecido (Jn. 7:46).

Además de ser inflamado su estilo de oratoria por su celo y fervor santo, su predicación era un derroche de compasión y de amor sobre aquella gente que le gustaba sus sermones, y encantada había ido "para oírle" (v. 17). Jesús los amaba y se conmovía en espíritu por ellos, y si les pedían que los tocara él los tocaba y si querían tocarlo él se los permitía; les daba evidencias palpando para creer y recibir, porque estaba tan solícito por ellos, como un pastor con sus ovejas, dispuesto a darle a pastar su propio corazón.  

Aquella gente que tuvo el privilegio de escuchar el llamado "sermón del monte" le inspiraba compasión, y se quedaron para escucharlo, por gratitud y por deleite. Los que habían llegado a la reunión atormentados por espíritus diabólicos, también permanecían atentos, ahora con sus almas tranquilas oyendo palabras de paz (v. 18). El sermón del monte fue algo inolvidable y la mayoría capaz de recordar porciones enteras, quizás tuvieron el buen hábito moderno de tomar notas, palabras dichas de forma tal, con tanta compasión y belleza que hizo historia en la época y en sus vidas, facilitando a los historiadores y evangelistas hacer resúmenes y transcribir porciones del mismo para beneficio de los que no estuvieron, o vivirían en el porvenir. Todos querían tocarlo (v. 19), para que los fortaleciera y los librara de malos espíritus y malas ideas, y se marcharon andando distinto, enérgicos con la última porción de  poder que sacaron de él.


Comentarios

  1. 17 Porque en verdad os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron.
    Mateo 13

    Y en esto también tenía razón el Señor...

    :]

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