La raíz de todos los problemas teológicos del cristianismo

2 Crónicas 28:22-23 (LBLA)

“Y en el tiempo de su angustia este rey Acaz fue aún más infiel al Señor; [23] sacrificaba a los dioses de Damasco que lo habían derrotado, y decía: Por cuanto los dioses de los reyes de Aram los ayudaron, sacrificaré a ellos para que me ayuden. Pero ellos fueron su ruina y la de todo Israel”.


Acaz se equivocó en el análisis de su situación y como no la juzgó espiritualmente, la decisión que tomó para solucionarla fue desastrosa, tanto para él mismo como para su pueblo. Pensó que porque los sirios le habían derrotado había sido por la capacidad superior de sus dioses sobre Jehová; y no era así, los dioses no le habían ganado sino que “Jehová los entregó en manos de los sirios”.

Dios no les había fallado, ellos le habían fallado a Dios. Satanás se había apoderado de ellos porque ellos se habían alejado del Señor. Ningún dios en el universo, si lo hubiera, es superior a nuestro Único Dios. Pero Acaz no lo pensó así, se dirigió a los dioses de los damascenos y abandonó completamente al Dios de la historia, para su ruina y para Israel.

Las victorias que el mundo tiene sobre la iglesia no se deben a que pueda vencer nuestra fe sino que por causa de nuestro pecado es que la fe no vence el mundo. Parecen haber derrotado la antigua Ortodoxia los dioses del darwinismo que fueron importados por los del Norte y hace unos sesenta años han ido bajando al continente americano revestidos con el contundente atuendo bélico de Hegel y los modernos colorines del post-modernismo.

Si de nuevo la Palabra de Dios ocupara su lugar en el corazón de la iglesia y el pueblo clamara a Dios, no nos sentiríamos derrotados, pero nuestra desgracia nos ha sobrevenido porque nuestro Dios no ha sido verdaderamente nuestro Dios, le llamamos Señor y no hacemos lo que él nos manda (Mal. 1:6-10; Mt. 7:21). Enmendemos nuestras obras, cambiemos nuestra forma de ser, y el liberalismo, la superstición, la idolatría oriental, las filosofías del Este y el pragmatismo de Occidente dejarán de tener prosélitos que los sigan. La raíz de todos los problemas teológicos del cristianismo es la falta de santidad y dedicación a Dios de la iglesia.


Comentarios

  1. ¡Wow! ¡Qué post! Y no le estoy haciendo "la barba" querido hermano, sino que es tan cierto lo que dice. Siempre ha habido versículos que me llegan en los momentos precisos, y este es uno de ellos, y no porque esté flaqueando, sino porque fortalece mi fe. Ante el umbral de una intervención quirúrgica, el día de ayer, en la EBV, un hermano me dijo: ¡te veo muy tranquila!
    Mi querido hermano Humberto, si a Dios le place que suceda lo que sucederá -que yo todavía no sé- ¿porqué me afano por el mañana? Si hasta un cabello de mi cabeza le pertenece y cae cuando él quiere, Él me ama, y como dijo el apóstol Pedro: "¿A quién iremos, si tú tienes palabras de vida eterna?" Esta es mi esperanza y en Él está mi fe. Sus escritos me llenan. Gracias a Dios por su vida, querido hermano.
    Si Dios quiere regresaré a seguir llenándome de su Palabra a través de usted.
    Shalom.

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  2. Isa, oré por ti, sé que he sido oído y me he quedado mirando para saber qué Jehová hará. Te he dedicado otra entrada para si fuera posible, te sea de bendición.

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