Jesús, sus divisores, admiradores y estudiosos
Juan 7:40-53 (LBLA)
Entonces algunos de la multitud, cuando oyeron estas palabras, decían: Verdaderamente este es el Profeta. [41] Otros decían: Este es el Cristo. Pero otros decían: ¿Acaso el Cristo ha de venir de Galilea? [42] ¿No ha dicho la Escritura que el Cristo viene de la descendencia de David, y de Belén, la aldea de donde era David? [43] Así que se suscitó una división entre la multitud por causa de Él. [44] Y algunos de ellos querían prenderle, pero nadie le echó mano.
[45] Entonces los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y fariseos, y éstos les dijeron: ¿Por qué no le trajisteis? [46] Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla! [47] Entonces los fariseos les contestaron: ¿Es que también vosotros os habéis dejado engañar? [48] ¿Acaso ha creído en Él alguno de los gobernantes, o de los fariseos? [49] Pero esta multitud que no conoce de la ley, maldita es. [50] Nicodemo, el que había venido a Jesús antes, y que era uno de ellos, les dijo: [51] ¿Acaso juzga nuestra ley a un hombre a menos que le oiga primero y sepa lo que hace? [52] Respondieron y le dijeron: ¿Es que tú también eres de Galilea? Investiga, y verás que ningún profeta surge de Galilea. [53] Y cada uno se fue a su casa.
Jesús: I. Sus divisores II. Sus admiradores III. Sus estudiosos
Primera parte: Jesús y sus divisores
Es una pena leer esta palabra en el texto: División (v.43). Las divisiones en la iglesia suelen ser producidas por hombres y mujeres sensuales, equivocados o intransigentes, y cuando se produce se manifiesta quiénes son aprobados por Dios y quiénes no lo son (1 Co 1:10; 11:18; 2 Co. 12:20; Tit. 3:10; Jud. 1:19). Las divisiones en la iglesia hoy son muy comunes. Hay hermanos ambiciosos que van de congregación en congregación queriendo tener poder en ellas y usar sus talentos pero no aman la iglesia sino a ellos mismos. El apóstol dice que no hay que recibirlos para crecer en número de un solo salto, sino desecharlos. Sin embargo la clase de división que aquí se menciona no es como las de hoy sino cristológica. Tenía que ver con la autenticidad de Jesús y “por causa de él” (v.43).
Los dos primeros, los que afirmaban que era un profeta o el Mesías (vv.40,41), tenían un conocimiento parcial de él, eran dos mitades de una misma verdad. Jesús era las dos cosas, profeta y mesías. Si hubieran compartido los conocimientos que cada uno tenía de él se habrían complementado y unido. A veces las desuniones acerca de Jesús no sólo son reconciliables sino complementarias y no hay tal división. Hay una separación pero no una división y la posible solución es sentarse juntos con una Biblia abierta y ver si las definiciones que cada cual tiene permiten integrarlas a las del otro. Eso fue lo que ocurrió y llegó a llamarse Jesús-Cristo, o Jesucristo. Así que pensando juntos surge una cristología más completa. Por eso los ministros se han reunido en concilios y sínodos y han hecho confesiones de fe.
No todos tienen una idea correcta de la persona de Jesús. Otros necesitan más estudio. Estos son los que desconocían que Jesús había nacido en Belén y no en Nazaret. No estaban en desacuerdo con los anteriores pero no podían firmar ninguna declaración con ellos hasta que no salieran de dudas. Pero no era grande la duda. Con un poco de investigación se podría aclarar la identidad y los tres grupos unirse en una sola iglesia. En cualquier caso sentarse juntos y ventilar las diferencias y llegar a un entendimiento cristológico hubiera sido bueno. Pero con quienes no había posibilidad de unión era con los fariseos. Ellos eran enemigos destructores de la sana doctrina y no podían ser invitados a ningún concilio sino condenarlos, porque lo que hacían era aprovechase de la diversidad de opiniones de la iglesia para dañarla y fomentar más división. Dígase Pelagio, Sabelio, agnósticos humanistas o emergentes.
Gloria al Señor Jesús.
ResponderEliminarEspero ansioso la segunda parte amado hermano.
Por cierto, si tuvo oportunidad de checar el estudio del blog? Me gustaría su opinión u observaciones.
Gracia y paz.
Hno.Estuve en tu blog. Me pareció el artículo muy bueno. Es una bendición que siendo tan joven puedas encontrar correctamente las aplicaciones del texto, escuchando su voz y dejando escrito sus ideas; que hiciste tuyas y de quienes te leen. Dios te siga bendiciendo. Abrazos.
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