Gracia y Amarres
Zacarías 11: 7-14
"Y tomé para mí dos cayados: al uno puse por nombre Gracia (belleza) y al otro Ataduras (cuerdas)”.
Esta palabra contiene una desgracia muy grande para el pueblo de Dios. La ruptura del pacto y el testimonio de la hermandad entre Israel y Judá. No te detengas a discutir conmigo si el Pacto se puede romper o no; yo creo en la perseverancia de los santos. No obstante el Señor tiene razones y derecho para romper este pacto fundado sobre las obras.
Es increíble en el NT que el pacto de gracia sea roto. Sin embargo el texto mirado desde un ángulo distinto, cuando el creyente se porta mal con Dios, nos suple de mucho beneficio. Sin que se rompa el Pacto que los creyentes han hecho con Dios en Cristo, cuando pecan las cosas no pueden seguir igual. Algo pasa. Se frustra la relación. La "belleza", o "esplendor y gracia" se dañan. Al quebrarse la relación con Dios vendrá el caos y el abandono, como fue el caso con Israel y Judá.
Cuando los creyentes fracturan su relación con Dios, se rompe la belleza de la comunión, la belleza que se mira de él, la belleza de la gracia, la belleza de la unión entre los hermanos, y toda su belleza manifestada en la persona de Jesucristo; la belleza del Espíritu Santo, la belleza de la Biblia; la belleza de la santidad y su hermosura. Todo se rompe cuando el Pacto con Dios se rompe (no el de la salvación) y nos olvidamos de la purificación de nuestros "antiguos pecados" y tenemos "por inmunda la sangre del pacto". Que nos guarde Dios de que se rompan esas dos cosas con nosotros, la belleza y las ataduras, que son las cuerdas de amor que nos unen con Dios, los compromisos y las decisiones santas que hemos hecho un día con él.
No busques el rompimiento de esas ataduras, al contrario, trata de hacer nuevos amarres para que en el día malo los vientos de malas doctrinas y las tempestades de la carne no te separen nunca de él. En vez de tener menos compromisos con Dios ten más compromisos, más obligaciones (si tu tiempo lo permite), para que le sea al diablo más difícil desatarte aquí en la tierra, y nunca en el cielo como pretende. Por supuesto, amárrate con cordón de tres dobleces a la cruz de Cristo, y no abandones tu familia, el trabajo y otras obligaciones.
He visto en carne propia cómo se rompe la belleza de la santidad al pecar en contra de Dios. Es triste, la sensación de distanciamiento con Dios es notoria, aunque él no se aparte de nosotros. Pero bendito es Dios quien no nos abandona y es fiel a su Palabra. Él nos guarda y nos preserva de caídas aun más atroces. Su gracia nos sostiene y nos dá aliento y fuerzas para continuar amándole y sirviéndole.
ResponderEliminarEs su gracia, solo su bendita gracia en nosotros.
"Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra." (Is. 1:9)
A. de de Reformado, Dios, y a veces otros son testigos de nuestras apostasías, privadas y públicas, en la iglesia y fuera de ella, y por amarga experiencia la culpa y la vergüenza no nos dejan tener comunión con Dios, aunque se halle cercano. no deseamos andar sueltos. Bendito sea Dios que nuestro cabello crece y las fuerzas retornan. ¿Amén?
ResponderEliminarHno. Humberto, doy gracias a Dios por su vida. Encontre hace tiempo su blog y he leido casi todas sus entradas y me han servido grandemente para aprender, reflexionar y compartir en la iglesia. tiene ud. la rara virtud de escoger versiculos o porciones de ellos, que generalmente pasan inadvertidos, aun para lectores habituales de la Escritura y hacer una reflexion por demas ¡nueva! pero al mismo tiempo practica. Desde hace algunos dias tenia la intencion de escribirle, y hoy al leer uno de sus posts del año pasado me entere en uno de sus comentarios que tiene una pasion por la plantacion de iglesias, lo cual me identificó aun mas con ud.
ResponderEliminarUN ABRAZO Y BENDICIONES. Pastor Manuel Anaya
Hola pastor Anaya, me siento agradecido a Dios que lea mi blog, y que disfrutemos juntos la Escritura que es magnífica y bella y la misma voz de Dios. ¡Qué bueno es que somos compañeros y el Espíritu Santo nos la abra! He orado para que Dios le bendiga donde se halle trabajando. Quizás más adelante surja algún tema referente a esto y que ahora estoy viviendo, la suficiencia de la Biblia para encantar y enamorar para Dios a los pecadores. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Amén! "Nuestro cabello crece", bella metáfora.
ResponderEliminarA.R. , recuerda a Sansón y que todos alguna vez, o casi todos, nos hemos debilitado como él y hemos venido a ser "como los demás hombres”; pero la gracia de Dios con el tiempo nos ha devuelto las preciosas y nazareas guedejas cortadas por el tentador.
ResponderEliminaren más compromisos, más obligaciones (si tu tiempo lo permite), para que le sea al diablo más difícil desatarte aquí en la tierra
ResponderEliminarSiempre he creído que la rama evangélica exagera y le da demasiado protagonismo al Diablo en la vida de creyente.
Sé que es un león rugiente, pero también que huye como un cachorrito avergonzado cada vez que le resistimos porque nuestro amor es más fuerte.
Nuestro mayor enemigo somos nosotros mismos y los mayores peligros vienen de nosotros mismos, de nuestra vieja naturaleza, ya sabes, los deseos de la carne, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida...
Si éstos están firmemente sujetos en nuestras vidas seremos presa fácil del Diablo, pero la oración contínua y el actuar de Dios en nosotros empequeñece la acción de Satanás.
Eso creo.
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Correcto, Reston, no sé si Adán se enteró después que por la desdichada serpiente habló el diablo; y aunque no se debe desconocer “sus maquinaciones” es más importante conocer a Dios que a su rival. Y en cuanto a lo otro, también es cierto, sólo que la dificultad estriba en que la gracia fluya sin interrupción. Si fuera así, se cumple lo que mencionas. Bendiciones.
ResponderEliminarJEHOVA le dijo a David: BUSCAME, David dijo : pero no escondas tu rostro . Normalmente , cuando no vemos a una persona, la llamamos, clamamos por ella, preguntamos por ella ,porque si de verdad deseamos encontrarla, la buscamos, preguntamos, clamamos . Rogar, rogar, rogar, morir y vivir buscando a DIOS, no hay otra cosa que hacer, verdaderamente , eso nos hara feliz. Pido a mi DIOS que el deseo de buscarlo no nos abandone, porque encontrarlo no es dificil , pero abandonarlo si lo es . DIOS esta en todos los lugares; pero a la vez se mueve, de manera , que tenemos que movernos , buscandolo y encontrandolo de un sitio al otro . Estancados no , porque deseamos vivir con EL.
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