ORANDO SIN CESAR CON FE QUE  PURIFICA ACTOS  INCORRECTOS


JOSUE 9:22,25,27
“Ahora, pues, henos aquí en tu mano; lo que te pareciere bueno y recto hacer de nosotros, hazlo”; nuestra vida es tuya, dispón de ella. Mátanos si quieres. Estos hombres, astutos, engañaron, fingieron y se robaron una inmunidad que no les correspondía, lo hicieron por fe (por lo menos alguna ¿no? Tal vez otros le llamarían astucia); cuando oyeron reportes de las promesas hechas a Israel las creyeron (cualquiera impureza que tuviera) y trataron de unirse a este pueblo bendito para no ser destruidos. ¿No se parecen un poco a Jacob disfrazado para hurtar su bendición? Y fueron a dar directamente al servicio de Dios. Si no se hubieran convertido desde sus dioses no los hubieran consagrado a ese servicio. Llegaron para salvar sus vidas y terminaron como ministros del Señor. ¿Qué es el pecado? Es no creer en Dios, no temer a Dios, no obedecerle. La fe en Dios purifica todo, aún un acto éticamente incorrecto.

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