Un día fatal
2 Sam. 11: 4,27 “ Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa Y pasado el luto, envió David y la trajo a su casa; y fue ella su mujer, y le dio a luz un hijo. Mas esto que David había hecho, fue desagradable ante los ojos de Jehová ”. Oh Señor, ¿es este David, el hombre temeroso de ti, el hombre de oración, el poeta inspirado? Oh Dios, ¡qué desconocidos nos hace el pecado! No, del David que ascendió al tercer cielo podemos gloriarnos pero no de este adúltero, hipócrita, corruptor, endurecido homicida, de ese en nada nos gloriaremos. Oh Señor ¿quién podrá ser salvo? ¿Quién podrá ser santo y fiel en Cristo? ¿Cómo pudo sucederle eso? Ni siquiera pensando que Dios lo permitió se puede hallar una explicación satisfactoria; pero la caída en pecado de este siervo de Dios tiene que despertarlo espiritualmente. Aquí lo vemos durmiendo al caer la tarde (v. 2) y paseando por el terrado. En sus...