Tu asiento estará vacío
1 Samuel 20: 18
“Luego le dijo Jonatán: Mañana es nueva luna, y tú serás echado de menos, porque tu asiento estará vacío”. "Mañana es domingo y tú serás echado de menos por la iglesia porque tu asiento estará vacío".
Mañana no es “luna nueva” sino “el día de la resurrección del Señor”. Cada sábado debiéramos prepararnos para acudir a la invitación del Rey, un día que si lo dejamos pasar demorará seis más para que retorne.
I. David tenía razones de vida o muerte para no hallarse en la mesa del rey; si iba tendría la compañía de un rey que lo odiaba y lo más posible es que quisiera enclavarlo en la pared con una lanza; pero nosotros tenemos un Rey mayor que Saúl que nos ama y este es un deseo suyo, no un mandamiento que es menor, una señal de la gracia y de obediencia, pequeña si quieres pero una señal de obediencia.
David no podría disfrutar de la comida por causa del miedo y del sobresalto con que estaría allí sentado; no sería ningún momento feliz en su vida y era mejor dejar pasar la ocasión que cometer esa imprudencia. Pero para nosotros el día del Señor es uno de los mejores momentos de nuestra vida y sus impresiones son excepcionales.
II. El texto es magnífico para pensar en la incambiable hora del día de reposo. Cada día del Señor Jesucristo nos manda a llamar; quiere juntarnos a todos, vernos a todos, para estar unidos como un cuerpo en el cielo, para oír de su boca palabras de sabiduría, esperanza, consuelo y perdón. Mientras más santo es un creyente más ansias tiene que llegue ese día para estar junto a los hermanos y al Señor. ¿Qué amas más oír la Palabra o estar en compañía de amigos y familiares? ¿Qué haces cuando alguien te pide que faltes el día del Señor y se lo dediques?
Pregúntenle a María y dirá “no me importa lo que diga mi hermana y que me necesite, la dejo que sirva sola, yo estoy oyendo al Rey y de aquí nadie me levanta”. Yo no cambio por ninguna cosa del mundo la ocasión de ir a oír palabras celestiales por cualquier entretenimiento mundano, ni siquiera por la mejor compañía que sea un obstáculo.
Piensa en lo que perderías si tu asiento está vacío: 1. El mejor espacio celestial de toda la semana. 2. Cantar con los santos y ángeles. 3. Orar y escuchar orar. 4. ver los rostros amados por Dios y saludarlos con ósculo santo. 5. La comida calentita con muchas oraciones, preparadas por el pastor y el Espíritu Santo especialmente para ti, un manjar nuevo, con sazones distintos, molido, majado en mortero, ofrenda mecida, “olor grato a Jehová”, “olor del conocimiento de Cristo”, podemos estar seguros que es exquisita y que no se compra con ningún oro. Todo eso se pierde cuando tu asiento está vacío.
III. Ese asiento tiene nuestro nombre, fue puesto allí por el Señor y él quiere vernos sentados en su mesa; no es una oportunidad que tenemos y no debemos dejar pasar la ocasión, sino una obligada gratitud de ir a ocuparlo conociendo que es un privilegio que haya un asiento en la iglesia que tenga nuestro nombre que fue puesto allí expresamente para que nos sentemos y se siente herido con la ingratitud que deja un asiento vacío en su mesa y pudiera preguntar: “¿Dónde está fulano a quien bendije toda la semana? ¿Por qué no ha venido a darme gracias? ¿Por cuál goce carnal ha sustituido el placer espiritual y por cuales otras voces ha dejado de escuchar la mía? Córtenle el suministro de mis bendiciones para que se queje, así es como lo tendré de nuevo en mi presencia, no contento sino llorando y gimiendo”.
IV. El asiento vacío es un logro espiritual del diablo, que mientras más asientos vacíos vea más contento se pone por el efecto que consigue en la iglesia. Le afecta la salvación de los que han ido a la cena. Cuando se nota uno, dos o muchos asientos vacíos, los que han ido se desaniman, se decepcionan y sienten deseos de irse, y si viene alguna visita juzga que no vale la pena ir porque muchos miembros han faltado y nadie quiere ir a una iglesia que tiene tan poco entusiasmo con tantos asientos desocupados. Cuando el grupo es grande no se siente, pero en el grupo pequeño, como en una mesa, cada uno cuenta y tiene más importancia que cuando es numeroso, tiene más significado. Otras traducciones del texto dicen: “El pueblo se preguntará dónde estás tú” “Se extrañarán que tu lugar esté vacío”. Dios conceda que tengamos hambre y sed de la palabra de Dios y un amor cristiano inquebrantable que no haya ninguna cosa el día del Señor más importante que esas dos.
Humberto:
ResponderEliminarEl asiento vacío es un logro espiritual del diablo, que mientras más asientos vacíos vea más contento se pone por el efecto que consigue en la iglesia.
Humberto, no crees que los cristianos sobredimensionamos el poder del diablo?
Es un ángel que no tiene poder alguno sobre los ungidos por el Espíritu de Dios.
:\
Renton, cuando leo lo que hizo el Diablo con aquella pareja que era copia de Dios, Adán y Eva, con el censo de David, con su sexo y Betsabé, con el apóstol Pedro, con el apóstata Judas Iscariote, cuando veo lo que puede hacer con grandes pastores y fieles cristianos, y lo que ha intentado, logrado o no alcanzado conmigo, me es difícil sobrestimar lo que puede hacernos ese enemigo con su experiencia de miles de años. Sí que hay cristianos que le echan toda la culpa a él para excusarse ellos y eso no está bien. Con aquel bocado extra Judas se tragó al diablo, pero las transacciones de venta las hizo él, Pedro negó al Señor y no le arrojó la culpa a quien lo zarandeó como a trigo. ¿Qué le pasaría a quien subestime a un “león rugiente” que busca, no darle una mordida, sino “devorarlo”? Se lo comen vivo. El pecado es de origen sobrehumano. Cuida tu salvación “con temor y temblor”.
ResponderEliminarTemor y temblor...?
ResponderEliminarLee lo que escribí hace poco respecto a ese versículo por favor.
http://jesusislord-renton.blogspot.com/2011/06/de-filipenses-212-y-el-viejo-una-vez.html
Dios te bendiga!
:]
Renton, es cierto que la salvación no se pierde y tomar Flp. 2:12 para justificarlo es torturar el versículo y sacarle una confesión que ni por nada del mundo cree. Lo que dice Piper es cierto pero como todos los del ‘nuevo calvinismo’, sus palabras contextuales respiran hedonismo “cristiano” como él lo bautizó, y pasó por alto hablar del peligro al que el apóstol se refirió y que hace a uno temblar, y cuyo miedo el 2:13 pone en balance y mitiga; y ¿qué hizo?, explicó el otro, más bonito y gracioso, popular, perder la gracia de Dios.
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