Israel no creó a Jehová
2 Crónicas 32:2-19
“2 Viendo, pues, Ezequías la venida de Senaquerib, y su intención de combatir a Jerusalén, 3 tuvo consejo con sus príncipes y con sus hombres valientes, para cegar las fuentes de agua que estaban fuera de la ciudad; y ellos le apoyaron. 4 Entonces se reunió mucho pueblo, y cegaron todas las fuentes, y el arroyo que corría a través del territorio, diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vengan? 5 Después con ánimo resuelto edificó Ezequías todos los muros caídos, e hizo alzar las torres, y otro muro por fuera; fortificó además a Milo en la ciudad de David, y también hizo muchas espadas y escudos. 6 Y puso capitanes de guerra sobre el pueblo, y los hizo reunir en la plaza de la puerta de la ciudad, y habló al corazón de ellos, diciendo: 7 Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él. 8 Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá. 9 Después de esto, Senaquerib rey de los asirios, mientras sitiaba a Laquis con todas sus fuerzas, envió sus siervos a Jerusalén para decir a Ezequías rey de Judá, y a todos los de Judá que estaban en Jerusalén: 10 Así ha dicho Senaquerib rey de los asirios: ¿En quién confiáis vosotros, al resistir el sitio en Jerusalén? 11 ¿No os engaña Ezequías para entregaros a muerte, a hambre y a sed, al decir: Jehová nuestro Dios nos librará de la mano del rey de Asiria? 12 ¿No es Ezequías el mismo que ha quitado sus lugares altos y sus altares, y ha dicho a Judá y a Jerusalén: Delante de este solo altar adoraréis, y sobre él quemaréis incienso? 13 ¿No habéis sabido lo que yo y mis padres hemos hecho a todos los pueblos de la tierra? ¿Pudieron los dioses de las naciones de esas tierras librar su tierra de mi mano? 14 ¿Qué dios hubo de entre todos los dioses de aquellas naciones que destruyeron mis padres, que pudiese salvar a su pueblo de mis manos? ¿Cómo podrá vuestro Dios libraros de mi mano? 15 Ahora, pues, no os engañe Ezequías, ni os persuada de ese modo, ni le creáis; que si ningún dios de todas aquellas naciones y reinos pudo librar a su pueblo de mis manos, y de las manos de mis padres, ¿cuánto menos vuestro Dios os podrá librar de mi mano? 16 Y otras cosas más hablaron sus siervos contra Jehová Dios, y contra su siervo Ezequías. 17 Además de esto escribió cartas en que blasfemaba contra Jehová el Dios de Israel, y hablaba contra él, diciendo: Como los dioses de las naciones de los países no pudieron librar a su pueblo de mis manos, tampoco el Dios de Ezequías librará al suyo de mis manos. 18 Y clamaron a gran voz en judaico al pueblo de Jerusalén que estaba sobre los muros, para espantarles y atemorizarles, a fin de poder tomar la ciudad. 19 Y hablaron contra el Dios de Jerusalén, como contra los dioses de los pueblos de la tierra, que son obra de manos de hombres”.
Todo esto para romper la fe de Ezequías y del pueblo. Se esforzó tremendamente en la reducción de Dios, en hacerles ver que era “un dios” como los de los otros pueblos del mundo y que él, un hombre con poder era más poderoso que Jehová. Apela a sus éxitos, a su historia contra el paganismo.
Tú no eres Señor, un dios, los demás son mitos pero tú eres “el que Soy” (Ex. 3:14). Tu existencia la sabes tú mismo. No es cierto, Señor, como dicen tus enemigos, que con la espada se impuso tu nombre a Israel y a las otras culturas.
Israel nunca ha impuesto su religión ni a Jehová a otros pueblos. Nunca ha sido un proselitista de su religión y ni siquiera cuando estaban cautivos en Babilonia quería compartir sus salmos con aquella gente (Sal. 137: 1). Es Dios quien se ha defendido como Único. Israel no creó a Jehová porque no lo quería ni creía en Él. Israel prefería otros dioses.
Es Jehová quien se impuso a Israel, es Jehová quien creó a Israel no Israel a su Dios. Israel no creó a Jesucristo. No fue Israel quien creó la Biblia sino Dios.
Eres tú Señor, y no la historia, quien ha preservado un lugar dentro del corazón de tu pueblo. Eres tú, por medio de tu Hijo quien te ha dado a conocer a los pueblos del mundo (Jn. 1: 18).
Dios es quien se revela, él lucha por sí mismo, se defiende, gobierna y se impone. Es él quien destruye a otros dioses no Israel. Adoremos a Jehová, el Dios único, nuestro Padre eterno y a su Hijo que lo ha revelado. Amén.
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