Tranquilo, búho solitario
SALMO 102: 3-7
“…mis días se
han consumido como humo (en humo; se han vuelto humo, vapor, soy cenizas, ya no
existo y sin embargo sigo vivo) “como pájaro solitario, sin pareja (búho) sobre
un tejado”.
¿Has sufrido tú de forma tan
espantosa, perdiendo peso día por día y, además, no teniendo ni una sola alma
con quien compartir el calor de tus preocupaciones? Hay veces que pensamos que
somos los que más hemos sufrido, y que merecemos más condecoraciones que los
demás; ignorando que esos mismos sufrimientos los padecen otros hermanos en
diferentes lugares (1 Pe. 5:9). La actitud de los apóstoles era de gozo cuando
sufrían, y siempre buscaban en ello una comparación con los sufrimientos de
Cristo por su iglesia (Col. 1:24). Cuando Pablo enumera sus sufrimientos no lo
hace para que lo compadezcan o le tomen lástima, sino para gloriarse en ellos.
Toma tu cruz en la soledad, como el búho, respira, ora y espera, que el fruto
del dolor es de bendición. Estarás solo pero no tan solo, lo que pasa es que no
ves, o no sientes la compañía de Otro que va caminando junto a ti, y que si
miraras hacia atrás verías sus huellas, las
plantas de los pies de Dios en tu historia particular. Absolutamente solo
no estás, y además parece que debes permanecer solo para que hagas el trabajo
que tienes que hacer solo, y si vas al frente, todos los que pasan al frente de
los demás casi siempre van solos. Tranquilo, búho solitario, reflexiona y haz
lo que tengas que hacer en la soledad.
Comparto algo
de la biografía que estoy leyendo. “Lutero enfatiza que la vida en Cristo
necesariamente es una vida bajo la cruz. Si estamos unidos a Cristo, nuestra
vida necesariamente tiene que ser modelada según la Suya. Tanto la vida del
cristiano como la vida de la iglesia no es según una teología de gloria sino la teología
de la cruz. Esto nos impacta dentro cuando morimos interiormente, y
exteriormente compartimos los sufrimientos de la iglesia. La teología medieval,
la teología de gloria, debe ser vencida definitivamente por la teología de la
cruz. Si estamos unidos a Cristo en su muerte y resurrección, y separados para
él por medio del bautismo (como Pablo lo dice en Ro. 6:1-14), entonces toda la
iglesia se encontrará bajo la cruz de Cristo. La cruz de Cristo no
necesariamente significa un pedazo de madera donde se muestra a Cristo
cargándola sobre sus espaldas, y que después es clavado en ella, sino más bien
se refiere como dice el apóstol Pablo, a llevar los sufrimientos de Cristo (2
Co.1:5) ; los sufrimientos de Cristo abundan en nosotros por causa de la
iglesia que es su cuerpo (Col. 1:24). Así que, en sentido general la cruz de
Cristo significa todas las aflicciones de la iglesia la cual ella sufre por
Cristo” (El Legado de Lutero, pag.156). Tranquilos, hombre, mujer, solitarios.
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