Ánimo pastor, no tires la toalla
JOB 1:10
“Y al
trabajo de sus manos has dado bendición".
Con amargura y envidia el diablo
reconoce eso, porque delante del Creador y poderoso Jehová, él tiene que
mostrarse como realmente es, una persona llena de odio y envidia hacia los
santos que reciben las bendiciones que él jamás recibirá. El diablo sabe cuándo
Dios no nos bendice y por qué, pero miente cuando sin fundamento asegura que
Dios no nos bendecirá. En eso no podemos hacerle caso. Dios bendice a quien
quiere y como quiere y cuando quiere y eso no puede saberlo Satanás nunca. El
propósito al decirle a un creyente que Dios no bendecirá sus trabajos es para
desalentarlo, para quitarle el ánimo y hacer que se rinda, que abandone su
profesión o la traspase a otro y se retire afligido y malhumorado contra el
Señor porque le pidió bendiciones que jamás recibió. El desánimo es su punto de
mira y si logra meternos eso en la cabeza, que Dios no quiere bendecirnos,
logrará que abandonemos el trabajo que Dios nos ha pedido hacer.
Y ¿cómo Dios
no va a bendecir una labor en la cual él mismo la puso para realizarla? ¿Es
acaso Dios un Amo que reparte sus faenas entre sus siervos y los destina de
balde? El deseo de Dios al confiarnos un trabajo es porque tiene interés en que
ese trabajo prospere no en que esté estancado porque él le niega la irrigación
de su bendición y se burla de sus trabajadores abandonándolos a su propia
suerte y fuerza. Ahora, sí es cierto que el Señor nos bendice cuanto quiere y
como quiere. No creas que Satanás conoce la mente divina, y que eso que te dice
que no vas a recibir bendición de Dios haciendo lo correcto, es una suposición
mentirosa y abstracta por cuanto no has pecado para que tenga razón.
Fortalécete en fe y cree en la Escritura que ha dicho que "nunca te
abandonaré". No nos ha mandado a trabajar solos sino con su compañía, con
la de su Espíritu Santo.
Contra las
mentiras diabólicas encaminadas a que te retires de tu trabajo lo que mejor
puedes hacer es clamar a Dios, ponte de rodillas y pídele al invisible que
retire de tu vecindad y cercanía a los demonios que bajo órdenes infernales han
sido enviados para con astucia y en silencio te descorazonen, y sin razón
objetiva presentes tú dimisión. ¡Eso nunca! No podemos fallarle a Dios y
Satanás quiere convertir la imagen de Dios en un retrato suyo, un déspota y
arbitrario jefe que trata sin consideración a sus empleados. Ánimo, hermano, hermana, pastor, no
tires la toalla.
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