Podemos ser fieles aunque arrastrando una metedura de patas
1SAMUEL 12: 19-22
“Entonces dijo todo el pueblo a Samuel: Ruega por tus
siervos a Jehová tu Dios, para que no muramos; porque a todos nuestros pecados
hemos añadido este mal de pedir rey para nosotros. Y Samuel respondió al
pueblo: No temáis; vosotros habéis hecho todo este mal; pero con todo eso no os
apartéis de en pos de Jehová, sino servidle con todo vuestro corazón. No os
apartéis en pos de vanidades que no aprovechan ni libran, porque son vanidades.
Pues Jehová no desamparará a su pueblo, por su grande nombre; porque Jehová ha
querido haceros pueblo suyo”.
“Hemos añadido este mal a todos nuestros pecados”. Como si dijera,
“bastante pecados perdonados tengo ya
para buscarme otro, no participaré de
pecados ajenos”. Y ¿por qué no deponían el rey? ¿Por qué no se deshacían de
él? Todavía, me parece, tenían tiempo, pero siguieron adelante con aquello que ya sabían que Dios desaprobaba, que les
estaba tolerando pero que no le gustaba; algo que Dios les permitió pero era
inferior a lo que podían, y a la larga resultó un total desastre. Fíjate que
Dios aún maneja sus planes dentro de nuestras malas decisiones y “con todo eso”
“a pesar” “aunque”, podemos ser fieles aunque arrastrando una metedura de
patas. Podían dar un paso atrás. Reconocen que han pecado pero prefieren que
Dios les permita lo que hicieron y continuara al lado de ellos. Israel nunca
renunció a la monarquía.
El pueblo pudo haber dicho: si nos va
bien con nuestro rey ¿por qué nos recuerdas que hicimos mal? ¿No son buenos los
resultados, Dios no nos ha ayudado? Sí, les va bien con él pero sin él les iría
mejor; Dios bendice su voluntad permisiva; no consiste nuestro deber solamente
en hacer la voluntad de Dios sino lo que a Dios agrada; no siempre se debe medir la complacencia de Dios, su aprobación, por
los resultados positivos. Dios, por nuestra insistencia, puede concedernos
lo que no desea y aún decirnos: "me están haciendo actuar como no quiero,
estoy inconforme, esto tendrá un límite, llegará a un punto que no los ayudaré
más y quedarán en un callejón sin salida" (Num.11:18-20, 33; 20:11-13). Por
otro lado, se puede padecer mucho de varias formas y glorificar a Dios, sin que
sean castigos. En fin, con todos esos errores y meteduras de patas, a cuestas,
él sigue ayudándonos.
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