La providencia del Señor siempre llega a tiempo; nunca se atrasa ni un minuto
HECHOS 23:23,24
"...Debían preparar también cabalgaduras para
Pablo, y llevarlo a salvo al gobernador Félix".
¿Tanto para cuidar la vida de un solo hombre?
¿No es un derroche de providencia? El peligro era grande y se tomaron
medidas de máxima seguridad. ¿No es lo mismo que si el ángel de Jehová hubiera
estado acampado a su lado? (Sal.34:7). Es la misma forma de actuar en
2Sa.21:15-20; y lo mismo que ocurrió frente al Mar Rojo. La providencia del
Señor siempre llega a tiempo; nunca se atrasa ni un minuto. Oh Señor yo sé que
en momentos de peligro o similares, tú llegarás como un “respiro y liberación”
por alguna parte (Est.4:3,14). No se duerme el que nos guarda; él todo lo ve,
todo lo oye, y cuando no quiere permitir algo no lo permite y si no quiere que
ocurra, no ocurre. Dios tiene formas inesperadas de liberación. Es Dios cuando
interviene y cuando no interviene. Las cosas pasan como y cuando deben pasar
porque Dios así lo entiende y son parte de un propósito y un consejo
predeterminado y no confesado. Cuando nos parezca que Dios cierra los ojos y
sus oídos es porque así tiene que ser y digamos: "Hágase su
voluntad". Y como una reflexión para admirar a Dios hazlo con esa frase,
“derroche de providencia” en tu vida, cuenta sus misericordias si puedes pues
son por millares.
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