La verdad y la mentira sobre la resurrección, brotaron juntas
Mateo 28:12-15
“Y
reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los
soldados, diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo
hurtaron, estando nosotros dormidos. Y si esto lo oyere el gobernador, nosotros
le persuadiremos, y os pondremos a salvo. Y ellos, tomando el dinero, hicieron
como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta
el día de hoy”.
¿Cómo pudieron pensar vanamente que
apilando todas las cosas sobre un hecho tan grande podrían esconderlo
definitivamente? La corrupción de dos testigos no podía impedir, ni impidió el
conocimiento de un hecho "indubitable, certísimo" (Luc.1:1; Hch.1:3).
Como puedes ver, Mateo no dedica mucho espacio para darnos evidencias de la
resurrección; si quisiéramos reunir más pruebas hay que consultar a los otros
evangelistas y a las epístolas de Pablo; pero su trabajo está bien hecho porque
trata sobre un rumor calumnioso que se dispersó por aquellos días: El informe
de la guardia que custodiaba la tumba. Esas pruebas indubitables, si se
hubieran convertido en discípulos y hubieran dado sus testimonios al mundo
entero hubiera sido hermoso. Pudieran haber dado testimonio de la verdad pero
no lo hicieron, les pasó lo mismo que a Judas, vendieron la verdad, aceptaron
soborno; el dinero y la codicia les cegó los ojos no sólo para silenciar la
verdad sino para invertirla dispersando mentiras donde debían haber dicho lo
que pasó. ¿Es que no se daban cuenta aquellos hombres que estaban tratando de
tapar no un suceso aislado, la muerte de un criminal, los errores de ellos,
sino del hombre más extraordinario de todos los tiempos? Jamás ha habido gente
con menos amor por la verdad que estos líderes religiosos (2 Te. 2: 10-12).
Alma, si no amas la verdad no serás salva. Desde entonces millares de judíos
basaban su incredulidad y rechazo de Jesús refiriéndose al testimonio de los
soldados y así los que no tuvieron forma de entrevistarlos a ellos ni conocer
de cerca sus declaraciones, fueron confirmados en el escepticismo. ¿Es válido
un testimonio por antiguo que sea? ¿No hubo un abogado que los investigara? No.
A ellos no les interesan esas cosas ni los discípulos tenían dinero para
aclarar la verdad de los hechos. La verdad y la mentira brotaron paralelamente,
unos creían una cosa y otros otra, la versión oficial del gobierno o el
testimonio de la iglesia. Tú decides, y de esa decisión depende la vida eterna.
Tienes dos historias (Te.2:10-12), una secular y otra religiosa, una oscura y
otra clara, una falsa y otra verídica, una escrita por gente indiferente y
enemiga y otra por amigos amados. Opta por la mejor.
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