No una teología con armas de fuego. Actitud cristiana hacia los judíos
Hechos 3:17-26
“17 Mas ahora,
hermanos, sé que por ignorancia lo habéis hecho, como también vuestros
gobernantes. 18 Pero Dios ha cumplido así lo que había antes
anunciado por boca de todos sus profetas, que su Cristo había de padecer. 19
Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados;
para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, 20
y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; 21 a quien de
cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de
todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido
desde tiempo antiguo. 22 Porque Moisés dijo a los padres: El Señor
vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él
oiréis en todas las cosas que os hable; 23 y toda alma que no oiga a
aquel profeta, será desarraigada del pueblo.
24 Y todos los profetas desde Samuel en adelante, cuantos han
hablado, también han anunciado estos días. 25 Vosotros sois los
hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo
a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra. 26
A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que
os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad”.
Pedro continúa quitándose la gloria del milagro y dándole
el honor al nombre de Jesús, al cual todos ellos predicaban, explicándole a la
gente que para recibir perdón era necesaria la fe en su nombre (v.16), y le
añade una cosa más, arrepentimiento, diciendo “arrepentíos y convertíos, para
que vuestros pecados sean borrados” (v.19), y la buena consecuencia de esa actitud traería sobre ellos tiempos de
refrigerio, o una mejora social. Nota que la perspectiva cristiana para mejorar
las condiciones sociales del país es por medio de su evangelización. Los
científicos, educadores y economistas tienen su lugar y la iglesia el suyo,
mejorar la calidad humana con su relación con Dios. No hay que politizar la
iglesia que es en esencia distinta a lo que es un estado.
Fíjate que un
suceso político es mirado teológicamente. Pedro no eleva el caso de la
crucifixión de Jesús a la altura de un crimen político, que lo era por parte de
ellos, ni moral mencionando envidia, sino al terreno donde la iglesia tiene una
solución, que cometieron aquella barbaridad por ignorancia (v.17) cristiana,
aunque eran religiosos, porque si hubieran sabido quién era él nunca hubieran crucificado al Señor de
gloria (1Co. 2:7,8). La iglesia está llamada por Dios no tanto para hacer
denuncias políticas como para alumbrar su sociedad con enfoques teológicos,
sacar de sus errores políticos a los que por ignorancia espiritual desaminan al
pueblo. Y no una teología con armas de fuego sino con armas espirituales contra
todo lo que se levante contra el conocimiento de Cristo, y no combatiendo la
carne y sangre sino a las potestades del aire. Sin odios. Y el apóstol Pedro da
el ejemplo de cómo desde una actitud de perdón llama a los criminales al arrepentimiento
porque no quiere que sean enviados a la cárcel sino a bautizarse. Y de ese modo
como ya he dicho, vendrá la prosperidad al país.
Observa la actitud
cristiana hacia los judíos. El sermón de Pedro hacia los judíos no tiende a
abrir brechas y separación sino que usa palabras con las cuales puedan ser
salvos, cristianos, diciendo que Dios ha cumplido así lo que anunció de
antemano por boca de todos los profetas: que su Cristo debería padecer, no que
ellos han cumplido lo que Dios anunció que sucedería sino que Dios lo ha cumplido abandonando a su Cristo en las
manos de ellos, no para suavizar lo que antes dijo sino para buscarle una
solución, a fin de apartar a “cada uno de convierta de su maldad” (v.26); eso
de todos modos no los aliviaba pero les daba una esperanza espiritual y que no se
habían metido en un callejón sin salida.
Hoy los judíos acusan a los romanos de haber dado muerte
a Jesús o niegan que se tratara del Mesías a fin de quitarse la culpa de ese
pecado atroz. Y esa es la actitud promotora para la evangelización de los
judíos, incitarlos al estudio del Nuevo Testamento con sus Antiguas Escrituras para
que revisen la posición hermenéutica de
ellos hacia Cristo. No tanto el cristianismo contra el cual tienen tantos justos
resentimientos porque en sentido general, y penoso, los ha tratado sin la
comprensión apostólica de Pedro, aquel a quien se les entregó las llaves del
reino de los cielos.
Sin esa actitud benevolente y no acusadora no se le puede
pedir que se arrepientan y conviertan al Señor. Para que todo Israel diga un
día “bendito el que viene en el nombre del Señor” y sea salvo, lo que necesita
son buenos estudios cristianos sobre su Biblia (como Pedro hace en los
vv.20-26), tanto como un apoyo a su derecho internacional a existir como
nación. Necesita refrigerio y calma territorial por parte de Jehová que le
delineó su geografía, y que sólo se consigue revisando por sus Escrituras quién
era Jesús y su relación con Moisés, porque es posible aún, que como pueblo
pueda cantar en su holocausto y apocalipsis “el canto de Moisés y del Cordero”
(Apc.15:3).
Y Pedro les propone también un cambio en la escatología a los judíos y que no tendrán paz sino
hasta el final de la historia cuando Dios envíe a Jesús (v.20) para la restauración de
todas las cosas (v.21). Israel seguirá siendo oprimido por todas partes y
poniendo muertos y causando muertes, ganando y perdiendo hasta el día de su
conversión a Jesús que le traerá tiempos de refrigerio, y después participará
en la restauración del mundo en lo que fue. Los nuevos cielos y nueva tierra no
podrán existir sin la conversión de Israel. Ese evento histórico y espiritual
ocurrirá cuando llegará a darse cuenta que su Mesías vive, está en el cielo,
que regresará no como un Mesías político, y que “el reino de Israel” será el
del mundo, de océano a océano, y la fe de él dominará el orbe entero. Y no
estoy hablando de un milenio judío y terrenal sino de la conversión de ellos. La
conversión de Israel depende del estudio de sus Escrituras conjuntamente con
los cuatro evangelios y comprenda que en su simiente serán benditas todas las
familias de la tierra, y eso no es posible que tenga cumplimiento simplemente
como un estado político y dentro de una demarcación geográfica sino por medio
de la fe en su Mesías.
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