Entradas

Mostrando entradas de junio, 2010

Por favor, ora y no molestes al adjetivo

1 Timoteo 2:1-4 (LBLA) “Exhorto, pues, ante todo que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres; [2] por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y sosegada con toda piedad y dignidad. [3] Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, [4] el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad”. Vengo para invitar a orar a calvinistas y arminianos después que comente estas palabras. La más en disputa es el adjetivo “todos” en el v.4. Y por decencia dejémosle que él diga quién es y qué hace ahí donde lo dejó hace dos mil años el apóstol Pablo. El asunto es que “todos” no está solo, hay otro que le acompaña (v.1) y ambos dicen juntos lo que hacen en ese pergamino. Cuando Pablo escribe que Dios quiere que todos sean salvos es lo mismo que cuando dice que quiere que oren por “todos” y no enfatiza tanto el aspec...

Presciencia y Predestinación es lo mismo

1 Pedro 1: 1-2 “Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo”. He oído explicar este versículo diciendo que como Dios lo conoce todo de antemano, supo antes de hacer el mundo quiénes habrían de aceptar a Cristo cuando oyeran de él . Como aprendí prudencia con los hermanos bereanos, veamos qué quieren decir con eso, y juzgue si usted está de acuerdo. Con eso están queriendo decir que Dios previó esa decisión y como daba por seguro la aceptación de Cristo, entonces los eligió. Y significa que hay millones cuya salvación todavía está pendiente a que nazcan y se decidan, en un momento o en otro. Así el hombre es libre para decir que sí o que no, él es quien escoge a Dios y no Dios a él. De ese modo predican un dios supuestamente más justo que el de los calvinistas. Sin embargo...

Todas las iglesias eran predestinistas

Efesios 1:3-6 (LBLA) “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, [4] según nos escogió en El antes de la fundación del mundo, [5] nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, [6] para alabanza de la gloria de su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado”. Aquí hallas la doctrina de la elección , con su hermana la predestinación que explica y consuela nuestro destino. No son presentadas como controversiales. Observa que Pablo bendice a Dios , porque lo bendijo primero, “bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo que nos bendijo…” (v.3); y él no olvida ninguno de sus beneficios porque conoció que fue bendecido “con toda” bendición. No hay ningún creyente en Cristo, aun los que sus pastores han hecho arminianos, que no sea salvado porque ha sido elegido para salvación y pre...

La Elección y Reprobación

Ro. 9: 6-24 “No es que haya fallado la palabra de Dios; porque no todos los nacidos de Israel son de Israel, ni por ser descendientes de Abraham son todos hijos suyos, sino que en Isaac será llamada tu descendencia. Esto quiere decir que no son los hijos de la carne los que son hijos de Dios; más bien, los hijos de la promesa son contados como descendencia. Porque la palabra de la promesa es ésta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo. Y no sólo esto, sino que también cuando Rebeca concibió de un hombre, de Isaac nuestro padre, y aunque todavía no habían nacido sus hijos ni habían hecho bien o mal--para que el propósito de Dios dependiese de su elección, no de las obras sino del que llama--, a ella se le dijo: "El mayor servirá al menor", como está escrito: A Jacob amé, pero a Esaú aborrecí. ¿Qué, pues, diremos? ¿Acaso hay injusticia en Dios? ¡De ninguna manera! Porque dice a Moisés: Tendré misericordia de quien tenga misericordia, y me compadeceré de quien me co...