¿Soy mal cristiano porque como carne de cerdo?



"Que comen carne de cerdo, se quedan en los sepulcros, y en lugares escondidos pasan la noche y dicen no te acerques a mí porque soy más santo que tú".  (Isaías 65:2-5; 66. 17).


En el Nuevo Testamento hay solo dos grandes mandamientos: Amar a Dios y al prójimo como a uno mismo. En esos dos se encierran los cuatro primeros para relacionarnos con Dios y amarlo con todas las fuerzas y en los seis restantes la relación de amor con el prójimo. Lo que demuestra que se cumplen los cuatro primeros es el cumplimiento de los seis finales. El amor a Dios por el prójimo pasa. El cumplimiento de la ley es el amor. Por eso dijo Agustín de Hipona “ama y haz lo que quieras” porque el amor “no hace daño al prójimo”.
La Biblia prohíbe ciertos alimentos no por cuestiones dietéticas sino religiosas. Nadie ha podido demostrarme satisfactoriamente que las leyes sobre los alimentos y los días especiales no son “sombras de cosas mejores” que estaban por venir, y que mientras más ceremonial se convierta un cristiano menos posibilidad habrá de que lo contamine la hipocresía. Uno puede medir el amor que un creyente le tiene a Dios no por las ceremonias sino por cómo trata a su prójimo. No  por la carne que no coma sino porque ame a los demás que fueron hechos  a su semejanza. El amor a Dios en el prójimo se sublima.

Dentro del Nuevo Testamento los mandamientos son:
“No matarás, no codiciarás el auto, la casa, el trabajo o la mujer de tu prójimo, no maltratarás la tuya, indefectiblemente le darás un abrazo diario, le dirás de cuando en cuando que cocina bien, que sonríe bonito y que estás orgulloso de ella, no mirarás películas pornográficas ni hojearás revistas de ese tipo, te dejarás de chistes con doble sentido, no gritarás como un poseso, ninguna palabra corrompida saldrá de tu boca porque con ella dices amén, aleluya y gloria a Dios, no adorarás el dinero y abrirás tu billetera para los necesitados, déjate de tanto bla, bla, bla, y muéstrales tu fe por tus obras, no serás egocéntrico ni presumido, no creerás que todo te lo mereces, que eres el mejor, el más perfecto, no permitirás chismes en tu mesa ni pasarás rumores sin fundamento, no hablarás con la boca llena, déjate de hipocresías y nunca llames hermano al que no ayudas, y sé sincero pero no fresco ni cruel, lee tu Biblia todos los días media hora antes de sentarte enfrente de la TV, compra libros cristianos por el valor de una pizza o de una entrada al cine, sé una antorcha encendida en lugares oscuros, aplasta a Satanás debajo de tus pies, no ames el mundo, no engordes mucho porque como Elí puedes caerte y desnucarte, corre con paciencia la carrera que tienes por delante y un kilómetro para bajar el colesterol, toma una ducha diaria y canta himnos debajo de ella, etc.”.    
Es una irresponsabilidad exegética decirles a los que están en estado de gracia que salgan y guarden las minúsculas jotas y tildes de la ley que tengan que ver con comidas y sábados, abluciones, cabellos largos, uñas cortas, el uso de ropas masculinas o antimonio para los ojos y diversas leyes para mujeres antes del parto y después del parto.
¿Es que desobedezco a Dios, yo un pobre gentil, que ama a Dios porque mata y come cerdo? ¿Violo toda la ley porque incumplo ese punto? Yo sé que esos mandamientos ceremoniales fueron dados a Israel para separarlos teológica y éticamente de los demás pueblos hasta que viniera Cristo y nos fuera dado el Espíritu Santo. Y porque interpreto el Antiguo Testamento por el Nuevo y sé lo que es la salvación por gracia, lo que vale el sacrificio de Cristo para comprarla, porque en la vida cristiana comer más o menos no me hace más santo ni agrado más o menos a Dios por eso. Entiendo bien lo que es la justicia de Cristo imputada, la eficacia de su sangre en la limpieza de los pecados, lo que significa que él haya sido hecho por mí “redención, justificación” mi “única esperanza” y mi “todo”.
¿Cree usted que al llegar al juicio final el Señor me dirá: “Sé que me has amado, has sufrido por mí, no has negado mi nombre, eres un tizón arrebatado del incendio, te has justificado en mi Hijo, has confiado únicamente en él para ser salvo, has nacido de agua y del Espíritu, te he dado la fe que tienes, te he conducido al arrepentimiento, no has caído de la gracia, huiste de la ira venidera, te escondiste en Cristo que es tu única esperanza de gloria, tu Abogado y tu Único Mediador, pero estoy decepcionado contigo porque bebías café, comías sin lavarte las manos, trabajabas el sábado que yo santifiqué y guardabas el domingo para el cual no di mandamiento alguno. Vete tú y todos los que compartían la teología de Pablo de Tarso a un distante rincón de mi gloria porque los primeros puestos aquí son para los “más santos que tú” que no comieron carne de cerdo”?

Comentarios

  1. Mi Abuela Georgina Gonzales Peña decía, “La Carne de puerco es como el evangelio, siempre cae bien.” Ella lo decía porque era una gran calvinista que sabía lo que era la libertad en Cristo. Yo, siempre que veo algo sobre este tema, me acuerdo de ella. Y si veo un lechón por ahí perdido pues no podré hacer otra cosa que obedecer la voz de Dios, “--Levántate, Pedro; mata y come (Hec. 10:13).”

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  2. ¡Oh qué sorpresa!, saber que andas por mi blog mi buen amigo el pastor Israel Cordovés Jr.; a quien y cuya familia amo tanto, y recomiendo su iglesia y su ministerio a todos los que vivan en West Palm Beach o no les importe cada domingo viajar unas millas e ir a escuchar una buena predicación. Abrazos.

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  3. Buen tema amado hermano. La Gracia sea con usted... no pude evitar sonreír y dar algunas risas por las "leyes" del nuevo testamento, jajajaj.

    Bendecido!

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  4. Me alegro querido Hno. Huerta que lo hayas disfrutado. Bendiciones de Dios.

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  5. Dentro del Nuevo Testamento los mandamientos son:
    No matarás, no codiciarás el auto, la casa, el trabajo o la mujer del prójimo, no maltratarás la tuya, indefectiblemente le darás un abrazo diario, le dirás de cuando en cuando que cocina bien, que sonríe bonito y que...


    Usted sigue la versión Reina Valera, naturalmente...

    :D

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  6. Generalmente en castellano uso RV pero mayormente LBLA. No sé a qué texto te refieres y si hay otra versión mejor del mismo. Si hay algún texto que pudiera traducirse de otro modo me lo dices y lo examino. Generalmente son muy ricos en variantes y notas marginales, y atrevidas traducciones patrísticas. Pero en esos comentarios como puedes ver son una paráfrasis al principio y después, es obvio, aplicaciones del texto. Bendiciones.

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  7. Jesús pagó el precio alto porque es difícil erradicar costumbres y mitos ante gente muy arraigada... en ese tiempo, las cosas eran así como hoy las hay.

    Sin embargo, nos hemos dado cuenta de que ese sacrificio de Jesús fue por nuestra libertad... sí una libertad de saber que todo no es malo, sino, costumbres muy profundas en nuestro corazón. Lo único que debemos hacer es RECONOCERLE... como lo hizo al que le dicen el ladrón bueno (entre"").

    Ver que si comemos uno u otra cosa, eso no es importante... lo que entra dijo Jesús, sale de nuestro cuerpo... pero ES QUE LO QUE TENEMOS DENTRO DE NOSOTROS, EN EL ALMA, ESO ES LO BUENO ó NO DE LOS QUE HACEMOS EXTERIORMENTE.

    LA VERDAD OS HARÁ LIBRES!... RECONOCERLE, HACERLE BIEN AL PRÓJIMO... Y SEGUIR AMANDO TODO LO QUE SE HACE EN LA CASA, EL TRABAJO, DONDE QUIERA QUE ESTEMOS.

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