No Señor, como ellos no
"Hemos venido a ser
como aquellos de quienes nunca te enseñoreaste, sobre los cuales nunca fue
llamado tu nombre".
Otra buena traducción dice
“como aquellos en quienes nunca gobernaste”;
“como nunca hubiéramos pertenecido a tu
reino y como si ignoráramos tu ley, como si nunca hubiéramos sido escritos en
los cielos”.
El profeta dice: “Nos has
castigado como a los impíos, ya no somos tu especial tesoro, no tenemos templo,
se ha roto nuestra historia, nos quedamos sin ti, sin Nombre, sin nosotros
mismos. Hemos vuelto a ser ignorantes, somos paganos y las tinieblas religiosas
que han cubierto a otros pueblos nos cubren a nosotros. Oh Señor no, como ellos no, vuélvenos aquí y retorna tu pueblo a tu
gracia y misericordia. No queremos practicar lo que otros pueblos tienen por
costumbre, no volvamos a ser lo que un día fuimos, acuérdate de tu propósito y que
somos elegidos por tu amor; recuerda a
Abram, Isaac, Jacob, a nuestro Señor Jesucristo y que conforme a tu propósito
hemos sido llamados.
“Levanta de nuevo nuestros
rostros y que el pecado nunca más se enseñoree de nosotros y los que nos vieron
humillados oigan como nos has vuelto a honrar y que nuestro actual estado ya es
más glorioso que el primero. Que les de envidia nuestra recuperación y sufran
con que la herida no fue mortal porque nos hemos sanado. Estuvimos desquiciados
como ellos, pero ahora volvimos en sí y a la cordura, por sus hechizos nos
volvimos como cerdos y nos pesa; nos dimos cuenta que lo único que quisieron fue que se les aliviara
la culpa con nuestro mal comportamiento, y justificarse de las traiciones que contra ti habían cometido
volviéndonos traidores”.
La Palabra de Dios enseña lo
que significa perder las bendiciones y trato preferencial que reciben los
amados por Dios cuando son desobedientes y comienzan a golpear a los demás y a
comer y beber con los borrachos. Y por sus locuras Dios los castiga con el
mundo para que no sean condenados con el mundo.
Cuide su salvación con temor
y temblor pero no tema perderla como si siendo elegido por Dios desde la
eternidad pueda alguna insensatez quitarle su elección. Honor sí pero no el
perdón. No es cierto que a los que predestinó no los justificó y a los que
justificó no los glorificó. Es imposible que a los que son vestidos con los
delantales de la justicia de Cristo se les despoje de su ropa y se les deje cubiertos
sólo con las hojas de higueras de la propia. Como ellos, nunca.
nos dimos cuenta que lo único que quisieron fue que se les aliviara la culpa con nuestro mal comportamiento, y justificarse de las traiciones que contra ti habían cometido volviéndonos traidores
ResponderEliminarMuy cierto!
Muchas veces, cuando meto la pata delante de alguno de mis amigos o compañeros de trabajo -todos ellos agnósticos- veo en sus rostros una cara que dice algo así como Ahahá, hipócrita, eres como nosotros....
La expresión es de triunfo cuando debería ser de pena, de pena por la naturaleza que compartimos.
Es trágico que crean que los creyentes nos sentimos por encima de nadie, y eso es lo que intento corregir cuando explico qué significa la Gracia, ya sabes, tal como dijo una vez Jeff Noblit en uno de sus sermones cuando mencionaba el caso de unos tipos que habían violados a unas cuantas niñas en el estadio donde fueron hubicados las personas que habían sufrido las inundaciones del Katrina, si no fuera por la Gracia de Dios, esos violadores seríamos nosotros...
Los no creyentes no son conscientes de que la diferencia entre ellos y nosotros es que mientras ellos no luchan contra su pecado, nosotros sí, aunque estamos sujetos a las mismas tentaciones y en cualquier momento podemos caer.
El asunto es que nosotros hemos recibido la Gracia suficiente que nos impide estar perennemente caídos.
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Renton, tu comentario es muy honesto y lleno de gracia y debieran leerlo muchos. Vale la pena que se publique. Bendiciones.
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