Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2009

Un cuadro que tal vez nos pinta

Imagen
Tampoco Manasés arrojó a los de Bet-seán, ni a los de sus aldeas… tampoco Efraín arrojó al cananeo sino que habitó el cananeo en medio de ellos en Gezer, tampoco Zabulón arrojó… (Jueces.1:27-34) _______________________________________________ Uno lee con tristeza este capítulo y se da cuenta que la época brillante de Israel, bajo Moisés y Josué, ha pasado. Es un gigante debilitado. Un pueblo numeroso, otrora victorioso, ahora no derrotado, pero lejos de ser lo que en otro tiempo fue, impotente para conquistar la tierra, incapaz de ganar victorias completas . Israel está rebajado. Desde el v. 3 te das cuenta que algo ya andaba mal, cuando Judá pide ayuda, sin necesitarla a Simeón su hermano, para conquistar su territorio asignado. Si tenía a Dios no le hacía falta. No se dice que anduviese en idolatría, que no creyera en el Señor, porque lo consultaban y Dios los ayudaba, pero la ayuda divina era muy limitada, no era completa. Les ayudaba en las montañas pero n...

David y el maravilloso amor de las mujeres

Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatán, que me fuiste muy dulce. Más maravilloso me fue tu amor que el amor de las mujeres (2Samuel.1:26). ___________________________________________________________ David habla de Jonatán como su hermano. No quiere decir que lo prefiere sexualmente sobre las mujeres. Hay que conocer algo sobre la vida de David para entender por qué habla de ese modo, que para él el amor de Jonatán el amigo ha sido un deleite mayor que el que tuvo con las mujeres. David no dice que sacó menos satisfacción sexual con sus mujeres que con Jonatán. Tampoco indica que dormir con alguna de sus mujeres era un placer menor que el amor de la compañía de Jonatán. Lo que quiere decir David es que espiritualmente se sentía mejor con la comprensión y amor de su amigo que con cualquiera de sus varias esposas. Por estas palabras muy suyas podemos deducir que David nunca halló la esposa ideal, no encontró en el amor de sus esposas la comprensión ...

No defienda al decrépito libre albedrío

 Mateo 23:37-39 ¡Cuántas veces quise juntaros y no quisiste! ¿Por qué tendremos que comentar teológicamente unas palabras que Jesús dijo sollozando sobre Jerusalén cuando están mojadas con sus lágrimas? ¿No ve usted que son una lamentación y un reproche? Explicar el texto con un formato calvinista o arminiano es trasladarlo de su intención y meterlo dentro del viejo debate entre Agustín y Pelagio o Calvino y Arminio. Pero no tenemos otro remedio que aunque Dios nos libre hacer de Jesús un reformador ginebrino no nos queda más remedio que decirles a los defensores del libre albedrío que no canten victoria que Jesús, si miramos dentro de sus palabras vemos que son ¡exactamente teológicas!, y significan lo opuesto al libre albedrío, o sea que los jerosolimitanos eran esclavos del pecado, y libres, sí, pero para ser incrédulos, agnósticos, para rechazarlo y pedir ingratamente su crucifixión.   Nota que el Señor no dijo a Jerusalén que no pudiste creer en mí sino que no...

Renunciaron al pecaminoso libre albedrío

¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? Ellos dijeron: El primero. Jesús les dijo: En verdad os digo que los recaudadores de impuestos y las rameras entran en el reino de Dios antes que vosotros (Mateo 21:28-32). _____________________________________________________ Ellos, los publicanos y rameras, gustosos lo oyeron; hacía tiempo que deseaban cambiar la condición de vida en que vivían (como Zaqueo) por otra mejor y Juan el bautista les despertó esa ilusión con la predicación de la venida del reino de Dios; se dijeron: "no queremos seguir siendo lo que somos ni vivir como vivimos, hace rato que pensábamos tener un cambio pero no encontrábamos una motivación o razón para el cambio, queríamos ocupar otra posición social en el reino de Dios, estamos seguros que habrá un reino de Dios mejor que éste, y queremos participar de él siendo nuevas personas; si tú nos das la seguridad que personas como nosotros pueden participar del reino de Dios aquí estamos, "esperándolo y apresu...

No es un si verbal señor evangelista

Yo iré, señor; y no fue (Mateo 21:28-32). ______________________________________________ Esta es una gente que miente; acepta todo lo que oye; se le pregunta ¿aceptas a Cristo? Y responden que sí. ¿Te arrepientes de tus pecados, aceptas el sacrificio de Cristo por ti? Sí, responden. ¿Quieres que ore por ti? ¿Quieres ir a la iglesia? Sí. Y cuando el evangelista se va no sabe que lo han engañado, que no irá, y se quedará esperándolo. Se parecen a Herodes prometiendo unirse al culto de Jesús con los magos, María, José, los pastores, etc. (2:8). ¿Qué tiempo hace que hiciste profesión de fe y dijiste aquella mentira? ¿Qué tiempo hace que te levantaste para recibirle y volviste a tu lugar? ¿Se te pasó el entusiasmo? ¿Qué serías hoy? ¿Qué no serías? ¿Cómo podemos contar como conversiones esas promesas verbales de fe o de aceptación de Cristo? No me digas que hay una promesa para eso y que es ésta (Ro 10:9), porque fue dado en tiempos de persecución, para los que se bau...

El siempre deja en pie lo esencial

Tú, enemiga mía, no te alegres de mí, porque aunque caí, me levantaré; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz. La ira de Jehová soportaré, porque pequé contra él, hasta que juzgue mi causa y haga mi justicia; él me sacará a luz; veré su justicia. Y mi enemiga lo verá, y la cubrirá vergüenza; la que me decía: ¿Dónde está Jehová tu Dios? Mis ojos la verán; ahora será hollada como lodo de las calles (Miqueas 7:8-10). ______________________________________________ Miqueas habla en lugar de Jerusalén, habla respondiendo a los vecinos que harán burla cuando ella sea abatida por su pecado; de todas partes oirá que le gritan: “¿Dónde está tu Dios?” (Sal.42:3; Joel 2:17). Y ¿cuál sería la respuesta? “La ira de Jehová soportaré porque pequé contra él” “Pagaré por los pecados que cometí, pues bien, la “soportaré”; el profeta habla como si él fuera Jerusalén y dice cosas preciosas y sensibles; forma un alma con su pueblo, como todo un profeta o un apóstol. ¿Te encarnas con ...