Arrastrados hacia la iglesia
MATEO 13:47,48
"El
reino de los cielos es semejante una red, que echada en el mar, recoge de toda
clase de peces".
Aquí el reino de los cielos se refiere al fin del siglo y
además a la predicación del evangelio y a la iglesia. La predicación del
evangelio es como una red de pensamientos y palabras que el predicador arroja
sobre un grupo de personas con el propósito de “dragarlas” (eso significa la
palabra) hacia Cristo; son ideas hiladas y tejidas de modo que pueda
atrapar peces y ser arrastrada hacia la iglesia donde se quedarán los que son
del Señor. Ese es el medio que agradó a Dios utilizar para salvar a los
pecadores. Estos son los que el Señor llama por su gracia y lo entienden
y ya no pueden jamás desentenderse del mismo. Se sienten atrapados, quisieran
salirse, pero los hilos de la red, tejida con hilos de verdades indisputables,
no se lo permiten. No todos los que el evangelio arrastra hacia la iglesia son utilizables,
algunos no lo son y mientras más pronto regresen a su ambiente marino,
mejor. Yo procuraré no llorar por ellos cuando se salgan de la cesta y dejen la
embarcación. Dios sabe cómo y cuándo tirarlos. Y volveré a tirar la red e iré
mirando con emoción las bendiciones de los nuevos, brillantes y alegres pececillos
que me preguntan “¿qué debo hacer para ser salvo?” “¿Qué impide que yo sea
bautizado?”.
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