Inconsecuencia cuando se trata de dinero


         
MATEO 12:11,12
"Pues ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Por tanto, es lícito hacer el bien en el día de reposo". 

Ellos pensaban que no era lo mismo y que había otros días en que se podía sanar (Luc.13:14). Es cierto, pero Jesús quería algo más que sanarle. Nota que el argumento de Cristo no es teológico, escritural, sino humano y social. Siempre tuvo en mente no perseguir el éxito de una discusión sino demostrar la inconsecuencia en la vida del que le contradecía. No son únicamente las ideas lo principal para cambiar (uno puede pensar bien y actuar mal), sino el torcido mecanismo que las produce dentro del corazón. Las inconsecuencias en las prácticas religiosas, las inconsecuencias espirituales hunden al hombre en su condenación y hacen que en el juicio salga culpable, juzgado y penado por una actitud inconsecuente. Más descriptiva del carácter es la palabra hipocresía. ¿Cómo sacas de un hoyo a una oveja en sábado y protestas porque se sane a un hombre, más valioso, el mismo día? Es que de la sanidad de un manco ellos no sacaban ninguna utilidad mientras que de un animal sí; pues se suele ser inconsecuente cuando se trata de dinero, y visto claramente, la hipocresía o inconsecuencia tiene un sustancial elemento de interés personal. Y si se trata de arreglar las cosas dentro de un sistema religioso donde eso es lo normal, igual que a Jesús, enseguida se levantará una confabulación contra aquel que intente arreglar las cosas (v.14).

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