¿Por qué te interesan tanto mis pecados y no mis problemas?
Oseas 11: 4
"Con cuerdas humanas los
atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de
sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida".
“Con cuerdas
humanas” o “cuerdas de humana bondad”. El nombre “Adan” en la frase hebrea es
tradicionalmente relacionado a “hombre” y se puede traducir literalmente o
figuradamente (como metonimia o asociación de humana compasión): “cuerdas de un
hombre” o “cuerdas de humana bondad” y “ataduras humanas” (NET). Es que Dios
con figura humana, con bondad humana, con compasión humana, atrae a los
hombres. La compasión que los hijos de Dios sienten por sus semejantes, esa
compasión humana, es también compasión y amor divinos. Y dicha compasión abarca
toda la vida de los pecadores y no solamente la salvación “del alma”
descarnada. La salvación es un conjunto e incluye el espíritu y el cuerpo y las
dos clases de necesidades. Ambas se enferman y necesitan ayuda.
¿Por qué quieres que visite tu iglesia si no visitas
mi casa? ¿Por qué visitaré tu templo si no me visitaste en el hospital? ¿Por
qué quieres que coma lo que llamas “pan de vida” si paso hambre y tú lo sabes?
¿Por qué te interesan tanto mis pecados y no mis problemas? ¿Qué me ha dado la
iglesia por todo lo que yo le he dado? ¿Crees que se pueden ganar almas a puros
latigazos? ¿Que los pecadores correrán detrás de los que los azotan? Nadie
puede conducir a Dios a nadie si no le
muestra un persistente amor. Inclusive, hasta la justicia divina pastorea al
pecador con su atributo de amor. No me hables tanto del amor de Dios y
muéstrame el tuyo. ¿No son uno mismo? Please,
muéstrame tu bondad y seré un discípulo más ganado para Cristo.
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