Pablo nunca escribió estas dos palabras, éxito y frustración
2Timoteo 4: 10
“…pues Demas me ha abandonado, habiendo amado este
mundo presente, y se ha ido a Tesalónica; Crescente se fue a Galacia y Tito a
Dalmacia”.
¿Es éxito? ¿Se siente triunfador? Pablo no usa esas palabras para el
final de su ministerio. Para él terminar con "gozo", es sin pecar,
honrando su ministerio como se lo había propuesto; servir a Cristo, administrar
los misterios de Dios. ¿Y tantas experiencias amargas no le hubieran frustrado?
Parece que no. ¿Tantas apostasías, traiciones y oposiciones y azotes? No, esas
"son marcas del Señor Jesucristo" (Ga. 6: 17). Esa palabra moderna
"frustración" parece no existir en su época ni menos en su mente, es
de origen humano y tiene que ver con las metas y la opinión de los hombres.
Pero ¿podrá sentirse frustrado un hombre que tiene como meta a Cristo, ser
mejor cristiano y no la popularidad, las ganancias? (Flp. 3: 12-14; 2 Co.
4:7-10). ¡Imposible Señor! Esas cosas hoy las sentimos y las miramos así porque
queremos ocupar un lugar en la sociedad. ¿Frustración en el apóstol Pablo?
Jamás (vv. 14-17).
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