El bautismo del Triunfador


9 Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. 10 Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él.11 Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia 12 Y luego el Espíritu le impulsó al desierto. 13 Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían” (Mt. 4:1-11; Luc. 4:1-13).



Aquí muchas cosas están comprimidas y es difícil situarse en medio de esos dos acontecimientos, el bautismo de Jesús y su tentación en el desierto; jamás nadie ha tenido en su bautismo esa sublime experiencia, ver abrirse el cielo y la Tercera Persona de la Santa Trinidad descender sobre él, no en llama de fuego ni para ungirlo con poder como se dice (Hch. 10:38) sino como paloma (v. 10) para demostración de su suave y gentil carácter, su inocente y mansa persona donde ella no teme posarse ni sufrir daño alguno porque a paz lo llamó Dios; aquella forma de aparición del Espíritu Santo era como un dibujo de la Persona que acababa de ser bautizada y que revelaba toda la ternura divina hacia él, con la paternal frase, dicha a él mismo y a los demás "este es mi Hijo amado en el cual tengo complacencia" o de modo más personal "tú eres mi Hijo amado, en ti tengo complacencia" (v. 12). No es una felicitación por su bautismo, ni que por razón de él tuviera que decírselo porque él lo sabía, sino para que el pueblo allí, y los otros que no estaban, y los que habrían de venir después, supieran que en el mismo inicio de su misión estaba involucrada la Trinidad, y que debíamos respetarlo, cuidarlo y amarlo; porque si es el Hijo de Dios tiene un rango muy elevado en este mundo, y si como es lógico el Padre expresa esos sentimientos en público está queriendo decir "por nada del mundo le hagan daño". Y la iglesia debió entenderlo de ese modo e imitando su bautismo a cada nuevo creyente se le bautizaba con esa fórmula completa, “en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.


Inmediatamente después de ese testimonio, el Hijo comienza su vocación para establecer su reino de luz en este de tinieblas, su reino de paz en este de guerras, su reino de verdad en este de mentiras; en este de enfermedad su reino de salud, en este de odio su reino de amor, en este de muerte su reino de vida, en este de culpas y vergüenzas su reino de perdón, en este mundo de rencores establecer el suyo de olvidos. Por eso es impulsado por el Espíritu al desierto para enfrentarse a la Satanás (Mt. 4:1) quien se acercó a él para negociar alguna forma de colaboración, y ofrecerle mentirosamente la entrega de sus dominios sin pelear, con tal que a él lo dejara en el primer puesto y se pusiera en el segundo (Mt. 4:9). A todo eso la defensa del Hijo amado de Dios fueron varios rotundos "¡No! ¡No! ¡No!, enseñándonos que la forma más simple de triunfar sobre el "señor de este mundo" es decir que no, que la primera batalla y tal vez las de siempre, es la negación al diablo, a la carne y al mundo, y permanecer así donde Dios nos ha situado, "en los lugares celestiales" que quiere decir en la gracia de la cual no debemos caer.


Los días en la soledad fueron largos, llegaron hasta cuarenta, pero también tuvo otros acompañantes que pasaban a su lado sin agredirlo y se echaban a sus pies mirándolo como si se tratara de Adán para que les pusiera nombres, o Noé o Daniel. Y cuando todo hubo terminado y las fieras se marcharon y a Satanás no se le vio más por allí, llegó un grupo de ángeles (Mt. 4:11) y se puso a su servicio, adorándolo, porque habían contemplado que era un triunfador y fueron enviados por el Padre "como espíritus ministradores para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación" (He. 1:6, 14).

Comentarios

  1. Humberto:
    la Tercera Persona de la Santa Trinidad descender sobre él, no en llama de fuego ni para ungirlo con poder como se dice (Hch. 10:38) sino en forma de paloma

    Nunca me ha cuadrado la escena de la paloma adoptando la forma física de paloma.

    Durante años interpretaba que lo que los evangelistas nos decían era que el Espíritu descendió como la haría una paloma, no en forma de paloma.

    Pero no, se habla de forma... y eso no me cuadra.

    :\

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  2. Renton, examinado el versículo he visto que en ninguna versión, ni en español o inglés, o en griego contiene la palabra "morphe” (forma) y por lo tanto te doy las gracias y la quité de mi entrada.
    En cuanto a la interpretación de que el Espíritu descendía "como lo haría una paloma", de cierto acomoda el lenguaje suavemente a un descenso divino espiritual, pero está más distante del contexto que como lo haría la intrusa "forma", porque se dice que "vio", abrirse los cielos (v. 10),y por supuesto que fue una visión lo que vio, pero la vio.

    "Como una paloma", en forma, no como algunos han supuesto que meramente en movimiento porque eso no conllevaría una idea definida. La elección de una paloma como un emblema visible del Espíritu ha sido con variedad explicada refiriéndose a la mansedumbre y a la correspondiente calidad del propio ministerio de Cristo..." (J.A. Alexander, The Geneva Series).

    Y dentro de lo que veía también está el Espíritu en alguna manifestación porque hay una "y" copulativa, reveladora para la ocasión, no como asentado ubicuamente en "sustancia" divina amorfa, sino en antropomorfismo sin el cual no hay revelación, y es necesario incluir lo de la forma de paloma como una necesidad revelacional. Por lo cual "como lo haría una paloma" es una interpretación cándida pero sin entrañas exegéticas.

    Finalmente aunque es impropio usar la palabra forma, está tan intensamente implicada que hay que entenderla dentro del pasaje, pero no "como lo haría una paloma" que es más para el púlpito que para el aula de un seminario.

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  3. Humberto:
    e visto que en ninguna versión, ni en español o inglés, o en griego contiene la palabra "morphe” (forma) y por lo tanto te doy las gracias y la quité de mi entrada.

    Cierto, pero en Lucas 3 aparece somatiko.

    No sé Humberto, esta es una de mis piedras de tropiezo... no entiendo que el Espíritu tome forma pues si es Espíritu, no puede ser tangible.

    No te molestes en mostrarme el camino, ya voy yo solito a la hoguera de cabeza...

    :\

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  4. Renton, gracias por el texto en Lucas, con ese solito me hubiera ahorrado romperme la cabeza con Marcos. Para mí no es importante lo de la figura, la forma, si Dios se dibuja como quiere o no, pero no pienso que te lleven a la hoguera por caprichoso, me desilusionaría que te quemen por esa nimiedad.

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