Conversión no fingida ni imaginaria
Aquí el profeta habla de conversión, predice la futura conversión de Israel en esencia y alcance neo-testamentarios; aunque de Efraín volvieron muy pocos y de Judá no muchos, la profecía tuvo su cumplimiento, pero plenamente en la iglesia cristiana. El profeta mira hacia el futuro, o mejor dicho sueña con el futuro porque su profecía le fue dada en sueños (v. 26), y ve la conversión a Cristo del pueblo santo.
Ahora Israel pide una transformación de su corazón, pues ora: “Conviérteme y seré convertido”. En un estudio espiritual de su situación Israel se dio cuenta que ninguna de las tragedias de su historia le aprovecharía en algo a menos que orara a Dios, y comprendiera la conversión; ya no confiaría en sus anteriores superficiales y pasajeras conversiones de manufactura humana, quiere una conversión divina, forjada por la mano de Dios, hecha por el Espíritu Santo para que fuera auténtica y duradera, profunda, la conversión procedente del nuevo nacimiento. Y se terminaran las estampidas y deserciones de la Iglesia. Entiende la verdadera naturaleza de lo que es su conversión, y la ajena.
Sus experiencias religiosas con el castigo divino le habían demostrado que a no ser que Dios lo convirtiera todo, que la conversión fuera de Jehová de punta a cabo, sería una pretensión y un fracaso. Decide poner punto final a esas ilusiones de conversión humana y pide a Dios que se encargue completamente del asunto de su conversión, en su totalidad, entero, porque las cosas hechas por él son mejores que las que hace el hombre. Y las únicas duraderas.
Israel, en esperanza, decidió no engañarse más a sí mismo con sus auto-conversiones, quemó los libros de magia sicológica y de auto-ayuda, y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata (Hechos 19:19); renunció a las espurias conversiones pelagianas, oyó hablar de la sola gratia, sola fide, sola Scriptura, que es lo que quiere decir en sustancia “conviérteme y seré convertido”. No valía nada forjar con sudor y ansias las conversiones sin una contundente información bíblica primero. Siempre serían pocas y malas. Entonces cerró su literatura de paja y hojeó los libros y pergaminos de los franceses y suizos en Estrasburgo y Ginebra, abrió los volúmenes de los Reformadores y los devoró con sus ojos y corazón; y se dijo para sí: “Esto es de Jehová, esto es el Evangelio, y me quedo con él”. Y oró “conviérteme para que sea restaurado” y clamó sin la ayuda de ningún segundo, ni la repetición de una oración ajena, y le fue dado sin intermediarios el arrepentimiento que pedía, y obtuvo su conversión de salvación, no fingida ni imaginaria.
Tremendo, sencillamente escrito ; pero con la sustancia entera de los deseos de todos y tambien de Dios. Ninguno de nosotros estamos seguros de nuestra conversion , porque todos tenemos pecados que sabemos, ahora pues,estamos en una jaula de pecados, en la que por una de sus trampas decimos que Cristo vive en nosotros, permitimos a inconversos como miembros de la casa de Dios; los llevamos a votacion;
ResponderEliminary levantamos la mano , sabiendo que tambien mentimos , Lo ha dicho el Pastor en su escrito , Porque la convercion viene de JEHOVA , si verdaderamente la deseamos hay que pedircela a EL, y el sabra si la merecemos o NO. Jamas levantare la mano por imitacion , es mas mi verguenza la presentare a JEHOVA porque he hecho muy mal delante de su vista. UN DIEZMO NO JUSTIFICA NI PAGA LA HIPOCRESIA. TITO
ResponderEliminarEstas meditaciones o temas llegan a avergonzarnos a tal punto , que muy lejos de lo que deseamos ser para DIOS, nos hacen entender que solo hemos hecho mucho dano , apoyando la entrada de dineros sucios a la casa de DIOS , solo nuestras rodillas y nuestra verguenza tal vez sirvan para que DIOS nos perdone como lo hizo con Manases. ! No por DIOS , no nos enganemos mas oh DIOS !
ResponderEliminarEduardo, cuando hablé de levantar la mano no me referí a una votación sino al hecho de que en muchas iglesias evangélicas el evangelista le pide al que no es cristiano que levante su mano como señal que lo ha aceptado, luego le pone de pie y después le pasa al frente. Eso le hace creer a la persona que por su decisión se ha convertido, y no es cierto, ese decisionismo no es un medio de conversión. El predicador le pide que alce su mano para contarlo y gloriarse en el número de conversiones con el pretexto de darle la gloria a Dios. Es para su propia gloria, y a veces esos números le sirven para dar informes de su “éxito” con sus sermones y escribir estadísticas mentirosas de sus actividades evangelísticas. Es nauseabundo. Otras veces no es en un culto sino que alguien en cualquier parte toma a un no cristiano y le hace repetir una oración y cuando lo ha hecho lo declara cristiano y convertido. Es mentira, la oración de conversión tiene que ser un asunto sólo entre Dios y el pecador sin terceros estorbando. El que está convertido sabe bien que su conversión no fue algo tan sencillo y fácil. Dios es quien concede el arrepentimiento y la fe. Debajo de ellas se puede escribir: MADE IN HEAVEN.
ResponderEliminarUno sí puede estar seguro de su conversión si se separa del pecado y lo detesta, si confía su perdón solamente a la muerte de Cristo y no a méritos humanos, si ama la compañía de los que son santos y fieles, si ama a Dios, si ama su Palabra, si la entiende porque tiene la mente de Cristo, si disfruta oírla y compartirla, si se goza en tener los frutos del Espíritu Santo, si valora su testimonio cristiano, si tiene la esperanza de la vida eterna. Estas son algunas señales de auténtica conversión.
Muchísimas gracias querido hermano: por sus oraciones, por sus cuidados, por sus visitas hacia mi persona. Todo esto me demuestra lo que hay verdaderamente en su corazón de Pastor; no meramente palabras, tal como este excelente post nos dice, en el cual se manifiesta lo que es una verdadera conversión.
ResponderEliminarTodo hasta ahorita ha salido muy bien en la intervención quirúrgica, sólo debo de esperar que el tiempo haga su obra y yo debo cooperar, reposando y tomando mi medicina.
Gracias, querido hermano por su cuidado pastoral aún a través de este medio del internet.
El Señor les continúe bendiciendo como esposos e hijos de Él. Incluyo a su esposa, porque sé que si no caminara de acuerdo con ella en los caminos del Señor, su vida pastoril no sería efectiva.
Para ambos, todo mi cariño.
Isa, es una buena noticia que hayas salido bien en la cirugía. Debemos darle gracias no sea que diga el Señor “y los otros dos ¿dónde están?” porque no volvamos a honrarle. Dios siempre es bueno y nos oye. Gracias por incluir en tu bendición a mi buena esposa Walkiria, tú no eres capaz de imaginarte cuánto le debo. El otro día le dije: “Si me tuviera que ir al cielo y llevarme conmigo una cosa me llevaría mi Biblia de estudio, y si me pudiera llevar dos, la segunda serías tú”. Se derritió. Dios te bendiga.
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