Convierte tus recuerdos de otros en oración por ellos
“Entonces Daniel fue a su casa e informó el asunto a sus amigos Ananías, Misael y Azarías, para que pidieran misericordia del Dios del cielo acerca de este misterio, a fin de que no perecieran. Entonces el misterio fue revelado a Daniel en una visión de noche. Daniel entonces bendijo al Dios del cielo” (Daniel 2:16-19).
Era imposible inventar una mentira y él no lo haría. Daniel tenía fe (v.19) ¿Cómo pudo estar seguro que Dios le respondería? Porque practicaba la oración comunitaria y creía en ella. Y solicitó las oraciones de otros que eran sus amigos. Si uno ora sabe que Dios le oirá y si solicita la intercesión de otros, mucho más. Cuando hizo eso mostraba humildad, que él no tenía respuesta para todo, que en él no residía la sabiduría sino en Dios y que sus palabras serían las del Señor y no las suyas.
Daniel tenía amigos que oraban, no sólo para platicar con ellos. Sus mejores amigos eran personas de oración, una amistad hecha compacta por la oración. Nuestros mejores amigos son los que oran. Estaba seguro que Dios no le oía a él solamente sino también a sus amigos; y ellos, estando en igual situación, se unieron de rodillas ante el Señor y aquel equipo postrado fue oído en el cielo y recibió contestación. Los mejores para acompañarnos en la oración son los que se hallan en la misma situación, que están afectados por el mismo problema y nos aman. Si Dios oye la oración de uno oye la de muchos, y si la medida de la fe de todos no es igual e individualmente no alcanza, juntada a otras, sumada a ellas, alcanza la necesaria para que “conforme a tu fe sea hecho”.
Es magnífico que nuestros hermanos nos ayuden en oración (Romanos.15:30; Filemón 1:22). No es igual que un hijo pida algo a su padre que con los demás hermanos. Hay veces que por timidez no solicitamos esta cooperación. Necesitamos la oración de otros para conocer los misterios de Dios, para hacer su voluntad, para vencer la unidad diabólica entre la carne, el mundo y Satanás. Convierte tus recuerdos de otros en oración por ellos (Flp. 1:3-6). Amén.
Cuando hizo eso mostraba humildad, que él no tenía respuesta para todo, que en él no residía la sabiduría sino en Dios y que sus palabras serían las del Señor y no las suyas.
ResponderEliminarGenial.
Hay muchos pastores reacios a confesar que no tienen respuesta para todo pues temen que sus feligreses le tomen por un pastor no capacitado para apacentar al rebaño.
A causa de esto, muchos pastores -al ser inquiridos sobre un aspecto complejo- son capaces de inventar lo que haga falta, pues prefieren la mentira antes que ver peligrar su status.
Humildad, no lo sabemos todo y no hemos sido llamados a saberlo todo, metámonos esto en la cabeza hermanos.
Poco nos ha sido dado saber de los Misterios del Señor; entre estas pocas cosas están las de perdonar a quienes nos ofenden y buscar servir antes que ser servido.
Pero si necesitamos toda una vida para entender y aceptar lo revelado, a qué ponerse a elucubrar sobre lo oculto?
Humildad señores, somos salvos por Gracia y nuestra vida es un vapor...
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¡Lindo post! Gracias hermano, porque sus posts, no sólo los escribe lindos, sino que los pone por práctica. Paso a avisarle que se ha pospuesto mi cirugía, y hemos visto, que la fecha es mucho mejor que la anterior. Gracias por orar por mí. Me siento contenta y privilegiada de visitarle.
ResponderEliminarShalom.
Renton, es una frase tópica decir que uno debe conocer sus límites, pero así es; esto de darle más importancia a la imagen pública que a lo que uno es, es una descomunal industria moderna que ha invadido también el ministerio cristiano y las iglesias. Pienso que ahora estoy más capacitado que años atrás para decir “no sé” (alguien lo expresó así). La vida humana es muy compleja y Dios es un misterio. ¿Qué extraño tiene que uno diga que no sabe algo si a veces nos comportamos “como el caballo y como el mulo sin entendimiento”? Y ¿qué si Dios halló “necedad en sus ángeles” (Job 4:18)? ¿Me parece que la palabra humildad tiene que ver con “humus”?, que significa suelo, tierra y material humano y vegetal ¿no? Y también algo que se levanta poco de la tierra. Algunos parecen decirnos con desfachatez mirándonos a los ojos “…aprended de mí que soy manso y humilde de corazón”. Abrazos.
ResponderEliminarIsa, esto es una nota que tengo hecha al Salmo 41:3
ResponderEliminar“…mullirás su cama en su enfermedad…”; o más bien lo recuperarás, como si volteara su cama, le cambiara una cama de enfermo por otra de una persona saludable. Sin embargo, ¿no ves alma, que aunque ser generosa y acordarse de los pobres no evite que te enfermes, sí tienes una promesa que cuando lo estés la misericordia de Dios será contigo? Jehová abreviará tus días de enfermedad, aliviará tus dolores para que sean llevaderos. No sólo por las oraciones que se hagan por tu pronta recuperación como por tus buenas obras. Siempre lo que somos, como hayamos vivido tiene su valor ante Dios en momentos críticos (Neh 13. 14, 22, 31). Bendito seas Señor por nuestra salud. Una bendición puede llegarnos por algo que hicimos”.
Quizás si han cambiado la fecha de tu cirugía sea providencial, quizás una maniobra de la extraña providencia, aunque la hayas cambiado tú, y quizás el principio de oraciones respondidas. ¡Quién sabe! Pero Dios siempre es bueno.
¡Gracias hermano por sus palabras!
ResponderEliminarI love you in Jesus.
Isa, después de la bendición de la cirugía dímelo porque tengo un ósculo reservado para Jesucristo tu Sumo Sacerdote e Intercesor, como se dice en el Salmo 2:12 (LBLA) “Besad al Hijo”, que es una mejor traducción que “honrad al Hijo”.
ResponderEliminar¡Esa no me la sabía! Muchas gracias. Pasaré.
ResponderEliminarIsa, pues ya te enteraste, los que te recuerden y te envíen saludos, que digan al menos “gracias por Isa, échale una mano Señor”. Ya se lo dije.
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