Providencia y leyes naturales
DEUTERONOMIO 11:10-12
“Tierra de la cual Jehová tu Dios cuida; siempre están sobre ella los
ojos de Jehová tu Dios, desde el principio del año hasta el fin” (No como el
país donde has estado, Egipto).
“Tienes que pensar que lo que vas a encontrar
no es igual que lo que dejaste atrás; la tierra de Egipto está regida por mis
leyes naturales, las gobierno con el orden que he establecido, yo sostengo ese
orden y el orden sostiene el caudaloso Nilo; pero la tierra que por promesa te
he dado la dirijo yo personalmente por medio de mi providencia. Cualquier cosa
que allá pasaba respondía a las leyes de la creación, las que ocurran aquí son
acciones mías, allá la cosecha dependía de la forma del cultivo que se hiciera
conforme a las leyes de la creación; en la tierra prometida a la relación que
ustedes tengan conmigo”. De igual manera la iglesia puede decir lo mismo y
estar segura que un cuido providencial tiene lugar con ella; el mundo también
lo gobierna Dios pero no de modo tan especial y positivo, porque el otro parece
espiritualmente abandonado a su suerte y transgresiones. La iglesia y cada
individuo de ella, jamás. Nunca.
DEUTERONOMIO 11:2-8
“Y comprended hoy, porque no hablo con vuestros hijos que no han
sabido ni visto el castigo de Jehová vuestro Dios, su grandeza, su mano
poderosa, y su brazo extendido”.
Como si el Señor les dijera: “Me dirijo a ustedes quienes tienen
experiencia conmigo, a quienes me he revelado, a quienes he ayudado y
defendido, que tienen razones para temerme, amarme y creer en mí, que
tienen motivos para tener fe en mí, les pido obediencia, para que vuestros
hijos crean en mí por el testimonio de ustedes”. Dicho de modo absoluto, la fe
de los hijos depende de la obediencia de sus padres y la fe del mundo de la
obediencia de la iglesia (Jn. 11:21-23).
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