Inconformidad contra el pastor y sus trabajos
Exodo 16:6-8
“Y por la mañana veréis la gloria del
Señor, pues Él ha oído vuestras murmuraciones contra el Señor; ¿y qué somos
nosotros para que murmuréis contra nosotros?”.
En unos pocos versículos
asombra la cantidad de veces que aparece la palabra murmurar. Con tantas
murmuraciones y críticas contra los líderes y los planes de Dios, difícilmente
pueden venir bendiciones. No cuentes como una bendición de Dios lo que hayas
obtenido como resultado de tus rebeliones contra él o porque haya oído tus
quejas, críticas y murmuraciones. Críticas contra sus sermones, su teología, su
visión, sus planes, su capacidad, liderazgo y matrimonio. Y no dejo a los hijos
fuera. ¿No son todas contra Dios? Moisés les quiso decir: “¿Qué somos nosotros
sino siervos obedientes? Desde el primer día hasta ahora ustedes saben que es
Dios quien actúa; quien los sacó por aquí fue él y no yo, yo no elegí este
camino sino su providencia; si se encuentran con dificultades reclámenle a él y
no a mí; la inconformidad con nosotros no es más que inconformidad cómo él hace
las cosas”.
Y Moisés les aclaró que lo que iban a recibir,
y recibieron, no era por la oración o la fe de ellos y como una complacencia
por su obediencia, sino para quitarles cualquier razón para continuar
criticando, y los deseos de apostasía. Lo cristiano es que le ayuden cuando
vean que le faltan colaboradores. ¿Para qué Dios distribuye dones en la iglesia
si no es para que compensen los que le faltan al pastor, que no es omnipresente
para hallarse en cada casa y lugar, ni omnisciente y adivino para saberlo todo,
ni todopoderoso para hacerlo todo sin ayuda de nadie? Moisés les satisfizo sus
deseos carnales para que no tuvieran razón para negarle nunca más su vocación
ministerial. Y lo trataran si no con “temor y reverencia” al menos con
más respeto y amor.
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